El dólar oficial en Venezuela superó los 37 bolívares por unidad, un incremento que marca un nuevo hito en el panorama económico del país. A pesar de haber mostrado estabilidad durante varios meses, el tipo de cambio oficial ha comenzado a mostrar signos de alza, lo que ha reavivado el debate sobre la creciente brecha entre el valor de la moneda en el mercado oficial y el paralelo. Este diferencial, que cerró en 20,76 %, plantea importantes interrogantes sobre la competitividad del bolívar y las repercusiones para los precios de bienes y servicios.
El dólar oficial rompe la barrera de los 37 bolívares
Este 4 de octubre, el tipo de cambio oficial en Venezuela, publicado por el Banco Central de Venezuela (BCV), cerró en 37,04 bolívares por dólar. Este aumento, aunque modesto (0,11 % en comparación con el día anterior), es significativo debido a que el precio del dólar oficial había permanecido estable en 36 bolívares durante más de nueve meses. Este incremento semanal del 0,46 % refleja un ligero movimiento en la política cambiaria del país, aunque aún lejos de los niveles del mercado paralelo.
El comportamiento del mercado bancario sigue siendo relativamente estable, con pequeños aumentos que mantienen la cotización controlada, pero la divergencia con el mercado paralelo sigue ampliándose, generando preocupación entre economistas y empresarios.
Brecha cambiaria en aumento: 20,76 % de diferencia
El dólar paralelo, que se cotiza en mercados informales, cerró el 4 de octubre en 44,73 bolívares, lo que representó una disminución del 1,24 % con respecto al día anterior. Sin embargo, en términos semanales, la cotización no oficial del dólar aumentó un 1,54 %, lo que ha llevado a que la diferencia entre ambos precios del dólar se sitúe en un 20,76 %.
Este desfase genera una discusión creciente sobre la necesidad de una corrección en el tipo de cambio oficial. Los analistas señalan que la fuerte apreciación del bolívar en el mercado oficial podría estar afectando la competitividad del país, ya que los precios de los bienes y servicios, especialmente aquellos que dependen de insumos importados, tienden a ajustarse al valor del dólar paralelo.
Efecto en los precios del dólar y sanciones
El aumento de la brecha entre ambos mercados no solo tiene repercusiones en la competitividad, sino también en los precios. Algunos sectores empresariales han comenzado a fijar sus precios utilizando como referencia la cotización paralela, lo que refleja el desequilibrio existente. Esto a pesar de que fijar precios en una paridad diferente a la oficial puede implicar sanciones por parte de las autoridades.
A medida que la diferencia entre ambos tipos de cambio crece, se vuelve más difícil para las empresas establecer precios que equilibren la relación entre costos y margen de beneficio, lo que puede derivar en un encarecimiento de bienes y servicios básicos para la población.
El uso del bolívar en transacciones
A pesar de la depreciación del bolívar, las transacciones en moneda nacional han ganado terreno en 2024. Según Consecomercio, un 55 % de las operaciones en el país se realizan en bolívares. Esto indica que, en algunos sectores, la moneda local ha recuperado algo de competitividad, especialmente en comparación con los años anteriores, cuando el uso de divisas extranjeras era predominante.
Sin embargo, el bolívar sigue siendo ineficaz como reserva de valor debido a su constante depreciación frente al dólar paralelo. A pesar de que el tipo de cambio oficial ha subido solo un 3 % en lo que va de año, el precio del dólar paralelo ha aumentado un 14,31 % en el mismo período, lo que implica una pérdida de valor del 12,52 % para el bolívar en los mercados informales.
El reciente incremento del dólar oficial en Venezuela ha generado un aumento en la ya existente brecha entre este y el mercado paralelo, lo que podría tener implicaciones significativas en los precios de bienes y servicios en el país. A pesar de que el uso del bolívar en transacciones cotidianas ha ganado terreno, su depreciación constante en comparación con el dólar no oficial sigue siendo un desafío para la estabilidad económica. La necesidad de ajustes en la política cambiaria se vuelve cada vez más evidente en un panorama de creciente incertidumbre.
