El fiscal General de la República, Tarek William Saab, ha lanzado graves acusaciones sobre la captura de varios extranjeros, a quienes calificó de “mercenarios”, señalando que fueron contratados para ejecutar un plan de desestabilización en Venezuela. Según Saab, los detenidos habrían sido parte de una campaña de violencia y desinformación tras las elecciones del 28 de julio, con el objetivo de generar caos bajo el pretexto de un supuesto fraude electoral. El fiscal advirtió que, de no haber intervenido las autoridades, el país habría revivido episodios violentos similares a los de 2017.
Tarek William Saab informó sobre mercenarios extranjeros en Venezuela
Tarek William Saab detalló que las autoridades capturaron a personas de nacionalidad extranjera, contratadas específicamente para desatar el caos en el país. Según el fiscal, detuvieron a estos individuos tras un exitoso operativo llevado a cabo después del proceso electoral del 28 de julio. Las acusaciones señalan que su misión era incendiar el país, promoviendo disturbios y acciones violentas en diversas regiones.
Saab aseguró que estos mercenarios actuaban bajo un esquema premeditado de “guerra sucia”, apoyado en la narrativa de un supuesto fraude electoral, lo cual pretendía socavar la estabilidad de Venezuela y la legitimidad del proceso comicial. Para el fiscal, esta estrategia no solo apuntaba a desacreditar el sistema electoral venezolano, sino también a generar un ambiente propicio para la violencia y la desestabilización.
La amenaza de violencia extendida
El fiscal Saab alertó sobre las graves consecuencias que habrían resultado de no haberse detenido a tiempo a estas personas. De acuerdo con sus declaraciones, la inacción del Estado podría haber derivado en un escenario de violencia comparable al ocurrido durante las guarimbas de 2017, que afectaron al país por varios meses. Según el fiscal, el plan de los mercenarios habría dejado entre 2500 y 3000 víctimas si se hubiera llevado a cabo en su totalidad.
Este plan, afirmó Saab, estaba diseñado para prolongarse durante varios meses, con actos violentos que habrían desencadenado un clima de terror en la población. En este sentido, subrayó la importancia de la actuación rápida y efectiva de los organismos de seguridad y justicia para evitar un desastre mayor.
La campaña de “guerra sucia”
Tarek William Saab también señaló que la estrategia de estos mercenarios iba más allá de la violencia física, extendiéndose a una campaña de desinformación y desprestigio en el plano mediático y político. El objetivo principal era crear una narrativa de caos y desconfianza en el sistema electoral, con el fin de desacreditar tanto al gobierno como a las instituciones venezolanas.
El fiscal resaltó que esta campaña estaba basada en la idea de un fraude electoral inexistente, aprovechando cualquier descontento para incitar a la población a participar en actos violentos. Saab afirmó que esta “guerra sucia” estaba diseñada para socavar la estabilidad del país, afectando no solo la seguridad interna, sino también la percepción internacional de Venezuela.
Actuación del Estado y próximas acciones que tomará la fiscalía según Saab
El fiscal Saab destacó que el Estado desarticuló este complot, y señaló que presentaron a los detenidos ante la justicia, donde enfrentan cargos por terrorismo y conspiración. Según Saab, las autoridades continúan trabajando para identificar a otros posibles involucrados en este plan de desestabilización.
El fiscal insistió en que estos esfuerzos son fundamentales para proteger la paz y la estabilidad de Venezuela, evitando que se repitan episodios violentos que ya han afectado gravemente al país en el pasado. Asimismo, reiteró su llamado a la comunidad internacional para que respalde los esfuerzos del gobierno en la lucha contra el terrorismo y la violencia.
Las declaraciones del fiscal Tarek William Saab revelan un intento organizado de desestabilización a través de mercenarios extranjeros, cuyo plan era desatar una ola de violencia tras las elecciones del 28 de julio. Las autoridades intervinieron a tiempo y desarticularon el complot, evitando un posible escenario de caos similar al vivido en 2017. Las investigaciones continúan mientras la Fiscalía busca hacer justicia y prevenir futuras acciones de este tipo en Venezuela.