En medio de una profunda crisis educativa, el gobierno venezolano ha instado a los maestros jubilados a regresar a las aulas para paliar la falta de docentes en el país. Sin embargo, muchos maestros se niegan a volver debido a los bajos salarios y las precarias condiciones laborales. A pesar de su amor por la enseñanza, los educadores no ven viable su retorno en las condiciones actuales, lo que evidencia la crisis estructural en la educación pública de Venezuela.
Crisis educativa y falta de docentes
El sistema educativo público en Venezuela ha estado sumido en una emergencia durante varios años, principalmente debido a los bajos salarios y las pésimas condiciones laborales. Miles de maestros han abandonado sus puestos, lo que ha dejado a millones de niños y adolescentes con clases reducidas o inexistentes. En un intento por mitigar esta situación, el gobierno de Nicolás Maduro emitió un decreto que invita a los profesores jubilados a volver a las aulas, pero la respuesta ha sido en gran parte negativa.
El ministro de Educación, Héctor Rodríguez, reconoció recientemente las dificultades en áreas clave como matemáticas, física y química, y subrayó la necesidad de que los estudiantes cuenten con todos sus profesores. Sin embargo, los docentes retirados no consideran que las condiciones actuales sean suficientes para regresar.
La voz de los maestros jubilados
Alejandra, una profesora jubilada desde hace 12 años, es un claro ejemplo del rechazo a esta invitación. A pesar de su amor por la enseñanza, no ve cómo sería viable volver a trabajar con un salario mensual que apenas alcanza los cinco dólares. “Es un insulto”, dice, refiriéndose a la propuesta gubernamental. Alejandra, como otros maestros, lucha por sobrevivir en medio de la crisis económica, y señala que el salario actual no cubre ni siquiera los gastos básicos.
Muchos educadores jubilados comparten esta postura, alegando que, aunque quisieran regresar, las condiciones físicas, mentales y económicas no se los permiten. El desgaste emocional y físico que ha provocado la crisis en el país afecta gravemente la motivación y capacidad de estos profesionales para regresar a las aulas.
Alternativas laborales para sobrevivir de los maestros jubilados
La crisis no solo ha obligado a los maestros jubilados a rechazar el regreso, sino que ha empujado a muchos a dedicarse a otras ocupaciones. Algunos han encontrado en la peluquería, la repostería y otros oficios, una forma de subsistir. La presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Carmen Teresa Márquez, indicó que entre 2015 y 2024, más de 1.000 docentes dejaron el país, mientras que otros han migrado al sector privado o han cambiado completamente de profesión.
El éxodo de educadores ha dejado un vacío enorme en el sistema educativo público, pero para aquellos que se quedaron, ejercer como docentes ya no es una opción viable. “Muchos están haciendo cosas que nunca pensaron hacer, simplemente porque les permite ganar más que enseñando”, afirmó Márquez.
Protestas y demandas salariales
La situación de los maestros en Venezuela ha provocado numerosas protestas en los últimos años. La Federación Venezolana de Maestros estima que se han realizado más de 4.000 manifestaciones en todo el país exigiendo aumentos salariales y mejores condiciones laborales. A pesar de esto, el gobierno no ha dado una respuesta efectiva a las demandas del gremio docente.
Leyla Escobar, también de la FVM, describe la situación de los maestros en Venezuela como una “calamidad”, destacando que los salarios son insuficientes para cubrir las necesidades más básicas. Los docentes que permanecen en el país han tenido que reinventarse, dedicándose a trabajos que les permitan generar más ingresos que lo que podrían obtener en un aula.
El retorno de los maestros jubilados a las aulas en Venezuela parece una idea inviable bajo las actuales condiciones económicas y laborales. La profunda crisis que afecta al sector educativo ha dejado a los profesionales de la enseñanza sin alternativas más allá de abandonar su vocación o dedicarse a otras actividades. Las protestas continúan, pero hasta el momento, el gobierno no ha ofrecido soluciones reales para mejorar la situación de miles de docentes que se niegan a regresar a un sistema que ya no puede sostenerlos.