En respuesta al creciente flujo migratorio irregular por el Darién, el Gobierno de Panamá ha emitido el Decreto Ejecutivo 194, el cual establece multas de hasta 5.000 dólares para extranjeros que ingresen sin autorización por la frontera con Colombia. Este decreto busca reforzar el control en los puntos de acceso migratorio y contempla tanto sanciones como ajustes en función de las condiciones de vulnerabilidad de los migrantes.
Multas por cruzar ilegalmente la frontera de Panamá
La nueva normativa de Panamá impone multas que van de 1.000 a 5.000 dólares para aquellos extranjeros que evadan los controles migratorios terrestres, marítimos o aéreos. Estas sanciones serán aplicables a quienes ingresen al país por pasos informales en la selva del Darién, una ruta peligrosa y sin vigilancia formal.
El decreto especifica que el monto de la multa dependerá de la gravedad de la infracción, y establece que los migrantes no podrán salir de Panamá hasta pagar esta sanción. En caso de no contar con los medios para cubrir la multa, se procederá con su deportación, de acuerdo con las leyes migratorias locales.
Ajustes para casos vulnerables
El decreto también reconoce que muchos migrantes que cruzan la frontera panameña enfrentan situaciones de alta vulnerabilidad. Para estos casos, las autoridades panameñas establecieron un sistema de multas escalonadas: 300 dólares la primera vez, 600 dólares en la segunda infracción y hasta 1.000 dólares para casos reincidentes.
Esta medida busca penalizar las entradas irregulares sin desatender el contexto precario en el que muchos migrantes llegan a Panamá, al tiempo que promueve un flujo controlado y regulado en la frontera con Colombia.
Operación Flujo Controlado y acuerdos internacionales
Panamá ha implementado la Operación Flujo Controlado, un programa que garantiza el tránsito seguro de migrantes irregulares a través del país. En colaboración con agencias internacionales y el financiamiento de Estados Unidos, esta operación proporciona ayuda humanitaria y servicios básicos a los migrantes, quienes reciben asistencia en su camino hacia Norteamérica.
Además, desde julio de 2024, Panamá y Estados Unidos firmaron un acuerdo para repatriar por vía aérea a migrantes irregulares, particularmente a ciudadanos colombianos y ecuatorianos, reduciendo el tránsito de estos grupos en la selva del Darién.
El impacto del acuerdo de repatriación en el flujo migratorio
La colaboración entre Panamá y Estados Unidos ha permitido reducir significativamente la cantidad de ecuatorianos y colombianos que atraviesan la peligrosa selva del Darién. Según datos recientes, el tránsito de migrantes de estas nacionalidades ha disminuido en un 92 % para ecuatorianos y en un 65 % para colombianos.
Este acuerdo, que ya ha realizado cerca de 20 vuelos de deportación, es financiado por Estados Unidos y se enmarca en las leyes migratorias de Panamá. Aunque esta medida ha reducido la afluencia de algunos grupos, el flujo de venezolanos sigue siendo alto, ya que las sanciones diplomáticas impiden su repatriación.
Panamá refuerza sus políticas migratorias
Las nuevas sanciones y políticas de control en Panamá reflejan la creciente preocupación por la migración irregular y sus implicaciones para la seguridad y el orden público. La selva del Darién continúa siendo un desafío humanitario, pero Panamá se ha comprometido a controlar su acceso y asegurar una migración regulada en colaboración con países vecinos. Estas acciones buscan no solo disuadir el cruce ilegal, sino también proteger los derechos de quienes transitan por el país en busca de una mejor vida.