Este martes, 5 de noviembre, el presidente Nicolás Maduro cerró formalmente el primer foro parlamentario mundial antifascista, realizado en Caracas. El evento, que contó con la presencia del presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, y de la primera dama Cilia Flores, reunió a representantes de varios países en una jornada que buscó reafirmar el compromiso de la Revolución Bolivariana con la unidad y la resistencia frente al fascismo. En su discurso, Maduro destacó la relevancia de la lucha global y la defensa de la identidad latinoamericana.
Maduro: Un evento para la unidad y la resistencia
El foro, celebrado por primera vez en Venezuela, estuvo dedicado a analizar las amenazas del fascismo en sus diferentes formas y a promover una agenda de cooperación internacional que fortalezca los lazos entre los países de América Latina y otras naciones. Con el objetivo de impulsar la colaboración y el entendimiento mutuo, el evento incluyó debates sobre temas como soberanía, independencia y el rol de los pueblos mestizos y originarios en el continente.
Durante su discurso, Maduro subrayó que el ideal de la Revolución Bolivariana aboga por una unidad continental que fortalezca la identidad regional y enfrente los desafíos políticos y sociales actuales. “El pensamiento profundo de nuestra Revolución es construir un modelo que una a toda Nuestra América y se vincule con las luchas del mundo”, declaró Maduro, recordando a los participantes la importancia de forjar una identidad común en medio de la adversidad.
Resaltando la identidad de América Latina
Maduro dedicó un momento de su intervención a enfatizar la relevancia de la herencia cultural y la historia de los pueblos latinoamericanos. “Dicen desde Europa que nos descubrieron, pero a nosotros no nos descubrió nadie. Ya existíamos, somos los pueblos rebeldes de la América mestiza”, dijo el presidente venezolano, refiriéndose a la importancia de valorar las raíces propias y de rechazar cualquier visión que trate de imponer modelos externos o coloniales.
En este sentido, el foro sirvió también como espacio para que los representantes presentes discutieran sobre la reivindicación de los derechos de los pueblos originarios y mestizos de América Latina, y su papel en la construcción de un continente independiente y unido en sus propias luchas y valores.
Un llamado oportuno para la región y el mundo
Maduro calificó el foro como un encuentro necesario, en el cual las voces de los países latinoamericanos se han expresado en favor de un proyecto común que se enfrente a los retos globales.
“Este encuentro ha sido muy oportuno”, afirmó, destacando que diversas tendencias conservadoras que resurgen en varias partes del mundo están planteando una amenaza a la estabilidad y la autodeterminación de los países en este foro.
Unidad en la diversidad
El cierre del foro dejó en claro el compromiso del gobierno venezolano con una agenda que promueva la unidad continental frente al fascismo y la opresión. En este contexto, el presidente Maduro recalcó que solo la cooperación entre las naciones hermanas permitirá resistir y enfrentar los desafíos que un sistema global, a su juicio, impone para desestabilizar la identidad y la soberanía de los pueblos de América Latina y de otras regiones del mundo.