La economía venezolana muestra signos de recuperación tras años de contracción, según el reciente informe del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), reporta un crecimiento del 3,8% en los primeros tres trimestres de 2024. Este incremento ha sido impulsado principalmente por la recuperación del sector petrolero, que experimentó un alza del 11,9%, mientras que la economía no petrolera también registró un crecimiento, aunque más modesto, del 3,2%.
Los datos, que coinciden con la Encuesta de Expectativas Económicas del OVF, indican que, a pesar de los avances, el nivel de producción continúa siendo un 31% inferior al de 2018. Estos resultados reflejan un panorama mixto en el que el impulso de la industria petrolera y el aumento del gasto gubernamental y del crédito bancario han sido factores clave. No obstante, el camino hacia una recuperación sólida aún enfrenta desafíos significativos, en un contexto de alta inflación y débil demanda interna.
El sector petrolero como motor del crecimiento
La industria petrolera ha sido, históricamente, el pilar de la economía venezolana, y en 2024 no ha sido la excepción. Según el OVF, la producción de petróleo aumentó un 13% interanual durante el tercer trimestre, lo que representa una notable recuperación para el sector.
El aumento en la producción petrolera se ha logrado gracias a un incremento en la inversión y a una mejora en la operatividad de las instalaciones, factores que han permitido una reactivación gradual de la industria.
La recuperación de la producción de petróleo no solo ha fortalecido la actividad económica general, sino que también ha generado empleos y ha mejorado los ingresos fiscales a través de una mayor recaudación de impuestos.
Sin embargo, el sector aún enfrenta desafíos importantes, incluyendo la necesidad de mejorar la infraestructura y reducir la dependencia de mercados externos específicos. Aun así, el alza en la producción petrolera demuestra el potencial que aún posee esta industria para contribuir a la recuperación económica.
Aumento en la actividad no petrolera
En paralelo al sector petrolero, la economía no petrolera experimentó un incremento del 3,2% en los primeros tres trimestres de 2024.
El aumento en la actividad no petrolera también refleja una mejora en el consumo interno, impulsado en parte por el incremento del crédito bancario en un 58,4%, lo que ha permitido a empresas y consumidores acceder a financiamiento para sus actividades.
Además, se ha registrado un notable incremento en la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), lo que sugiere un aumento en el consumo de bienes y servicios.
Este comportamiento es alentador, ya que muestra una reactivación parcial de sectores que son fundamentales para diversificar la economía venezolana y reducir su dependencia del petróleo.
El rol del gasto gubernamental y el crédito bancario
Esta expansión del gasto se ha destinado a programas sociales, infraestructura y otros proyectos que buscan estimular la economía.
Sin embargo, el crecimiento en el gasto público también plantea desafíos en cuanto a la sostenibilidad fiscal y el riesgo de presión inflacionaria en el largo plazo.
El crédito bancario, por su parte, ha aumentado de manera significativa, alcanzando un 58,4% en términos reales. Este crecimiento en los préstamos refleja un esfuerzo por parte del sistema financiero para dinamizar la economía y fomentar el consumo y la inversión.
Desafíos persistentes en la recuperación económica ayuda al crecimiento
A pesar del crecimiento registrado, la economía venezolana sigue estando un 31% por debajo de los niveles de 2018. Este dato indica que, aunque hay señales de recuperación, la magnitud de la contracción previa aún afecta la capacidad de la economía para alcanzar su potencial.
La alta inflación y las limitaciones estructurales, como la infraestructura deteriorada y la dependencia del sector petrolero, representan obstáculos considerables.
Además, el poder adquisitivo de los ciudadanos sigue estando afectado, lo que limita la capacidad de crecimiento del consumo interno.
La recuperación plena de la economía requerirá no solo de políticas de estímulo, sino también de reformas estructurales que fortalezcan los sectores no petroleros y fomenten la diversificación productiva.
Prioridades para Sostener el Crecimiento
El crecimiento del 3,8% en los primeros tres trimestres de 2024 es un avance positivo que refleja el esfuerzo del país por recuperarse de años de crisis económica.
Sin embargo, el hecho de que la economía aún se encuentre por debajo de los niveles de 2018 indica que el país enfrenta grandes desafíos en su proceso de recuperación.
Para asegurar un crecimiento sostenible, es crucial que las autoridades continúen incentivando tanto al sector petrolero como a las áreas no petroleras, diversificando la economía y fortaleciendo las políticas de estabilidad macroeconómica.
También se recomienda implementar reformas estructurales que permitan una mayor inversión en infraestructura y educación, con el fin de sentar las bases para un crecimiento duradero.
Un entorno económico más diversificado y sólido ofrecerá oportunidades para que el país avance hacia una estabilidad económica que beneficie a todos los sectores de la sociedad.