El miércoles 13 de noviembre, en horas de la noche, falleció el niño Marcelo Díaz Berarducci, de tan solo 8 años, quien pasó dos semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tras ser arrollado por un motorizado que realizaba motopiruetas en la vía pública de Ciudad Ojeda, estado Zulia. El accidente ocurrió el 30 de octubre en el sector Barrio Libertad, donde Marcelo fue embestido mientras conducía su bicicleta.
Un Accidente que conmocionó a la comunidad por el arrollamiento del niño
La tragedia sucedió en la calle Isaías Medina Angarita, en Ciudad Ojeda, cuando un motociclista, que realizaba “motopiruetas” o maniobras de riesgo, perdió el control y atropelló a Marcelo.
El pequeño iba en su bicicleta y no tuvo oportunidad de esquivar al conductor. Este acto imprudente e irresponsable marcó la vida del niño y su familia, quienes lo acompañaron en su lucha en el hospital.
Dos semanas en la UCI, una agonía para la familia
Desde el día del accidente, Marcelo permaneció en una clínica privada en el municipio Lagunillas, bajo atención médica intensiva. A pesar de los esfuerzos médicos y las esperanzas de recuperación, la gravedad de sus heridas se volvió insuperable.
Durante los días que permaneció en la UCI, familiares, amigos y vecinos realizaron campañas solidarias para cubrir los gastos médicos y brindar apoyo a la familia.
Dolor y apoyo de la comunidad por muerte del niño
Anggy Báez, representante de la fundación “Pequeñas Sonrisas Ojeda”, confirmó la noticia del fallecimiento y estuvo al frente de las campañas de ayuda para Marcelo y su familia.
Báez informó que el deceso del pequeño ocurrió alrededor de las 9:30 de la noche del 13 de noviembre. La comunidad se unió en solidaridad, lamentando la pérdida de Marcelo y expresando su pesar por el trágico suceso.
Reflexión sobre la seguridad vial y la responsabilidad
Este lamentable accidente ha reavivado la discusión sobre la necesidad de una mayor seguridad vial, especialmente en sectores residenciales donde niños y familias circulan diariamente.
Las maniobras peligrosas realizadas por motociclistas, como las “motopiruetas”, no solo ponen en riesgo a los conductores, sino también a transeúntes y ciclistas. Este incidente subraya la importancia de la responsabilidad y el respeto en el uso de las vías.
Un llamado a la justicia y a la prevención
La pérdida de Marcelo ha dejado una profunda tristeza en Ciudad Ojeda y un llamado urgente a las autoridades para que implementen medidas preventivas y educativas que protejan a la ciudadanía. Las familias y organizaciones sociales solicitan una investigación exhaustiva del caso, con el fin de que el responsable asuma las consecuencias y se logren acciones preventivas para evitar tragedias similares en el futuro.
El trágico desenlace de Marcelo Díaz Berarducci será recordado como un llamado a la acción y al respeto mutuo en las calles. La comunidad espera que esta pérdida sea el último dolor de este tipo que tengan que lamentar.