La precariedad del servicio eléctrico en Venezuela sigue siendo un desafío monumental. Según el más reciente informe del Monitor de Servicios Básicos del Observatorio de Gasto Público (OGP) de Cedice Libertad, se necesitarían $21.000 millones en inversión para mejorar este servicio esencial en un plazo de tres a cinco años.
El estudio, realizado con la colaboración de corresponsales y encuestas a más de 2.300 personas en todo el país, refleja la gravedad de la situación. Zonas como Nueva Esparta y Zulia enfrentan interrupciones prolongadas de electricidad, lo que afecta tanto a la calidad de vida como a la actividad económica local.
Radiografía de un servicio eléctrico en colapso
El informe de Cedice Libertad no solo destaca la inversión necesaria para recuperar el sistema eléctrico, sino que también presenta un panorama alarmante de su estado actual.
Un 72% de los encuestados considera que la red eléctrica es vulnerable, inestable y profundamente deteriorada.
En localidades como Mérida, Zulia, Nueva Esparta, Falcón, Barinas, Lara y Trujillo, las fallas eléctricas son especialmente frecuentes.
En algunos casos, los habitantes han reportado hasta 14,9 horas diarias sin electricidad, una situación insostenible que agrava la inseguridad, limita el acceso a servicios básicos y reduce las oportunidades de desarrollo.
Impacto económico y social debido al servicio eléctrico
El deterioro del sistema eléctrico no solo afecta la vida diaria de los ciudadanos, sino que también tiene implicaciones económicas profundas.
Según el informe, las familias venezolanas gastan entre $20 y $30 mensuales en soluciones improvisadas para enfrentar las fallas eléctricas.
Esto incluye la compra, mantenimiento y alquiler de plantas eléctricas, así como linternas y otros insumos necesarios para sobrellevar los cortes de energía.
La situación es aún más crítica en regiones como Nueva Esparta, donde la explosión del Complejo Gasífero Muscar en el estado Monagas agravó los problemas.
Este incidente dejó a la isla y otras zonas del oriente del país con cortes de electricidad de hasta 20 horas diarias, afectando profundamente la vida cotidiana y paralizando el turismo, uno de los principales motores económicos de Margarita.
La recuperación tras el incidente de Muscar
El Complejo Gasífero Muscar, cuya explosión el pasado 11 de noviembre comprometió el suministro de gas para las plantas termoeléctricas de la región, ya ha iniciado su proceso de recuperación, según Héctor Obregón, presidente de PDVSA.
Sin embargo, la reactivación del sistema ha sido lenta, dejando un impacto duradero en la economía local y en las condiciones de vida de los habitantes.
El gobierno venezolano ha atribuido este incidente a un ataque terrorista y ha detenido a varias personas presuntamente involucradas.
Mientras tanto, los residentes de Margarita y sus alrededores enfrentan consecuencias como la pérdida de alimentos perecederos, falta de agua y dificultades extremas debido a las altas temperaturas sin acceso a aire acondicionado.
Soluciones propuestas por Cedice Libertad
Para abordar la crisis, Cedice Libertad ha delineado un conjunto de propuestas que buscan no solo reparar el sistema eléctrico actual, sino también prevenir futuros colapsos:
- Plan de reacondicionamiento y mantenimiento: Diseñar un esquema de corto y mediano plazo para revisar y modernizar la infraestructura existente, con una inversión estimada de $21.000 millones.
- Diversificación de fuentes de energía: Promover el uso de energías renovables y tecnologías más sostenibles.
- Capacitación técnica: Repotenciar el conocimiento técnico entre los operadores del sistema eléctrico para mejorar su eficiencia.
- Reformar el esquema tarifario: Ajustar las tarifas para garantizar ingresos que permitan el mantenimiento del sistema.
- Gestión transparente: Implementar cambios estructurales en la administración del sistema eléctrico para garantizar un manejo más eficiente y libre de corrupción.
Hacia un servicio eléctrico sostenible
La crisis eléctrica en Venezuela es un recordatorio de la importancia de contar con un sistema energético robusto y bien gestionado.
Es imprescindible que el gobierno, las instituciones y la sociedad trabajen en conjunto para implementar las medidas necesarias, priorizando la transparencia, la sostenibilidad y la modernización tecnológica.
Para superar este desafío, recomendamos avanzar en la diversificación de fuentes de energía, reforzar la supervisión técnica y administrativa, y garantizar la inversión adecuada en infraestructura eléctrica.
Estos pasos, combinados con la colaboración internacional, podrían allanar el camino hacia un sistema energético que beneficie a todos los venezolanos y permita el desarrollo sostenible del país.