El asesinato de José Virgilio Toro García, de 37 años, ocurrido el pasado 15 de noviembre en el sector La Yaguara de Gabinero, Cojedes, ha sido esclarecido por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC). Las indagaciones determinaron que una mujer identificada como Carmen María Oronoz Gil, pareja de la víctima, fue la autora intelectual del crimen, motivada, según informes policiales, por el supuesto maltrato que Toro ejercía contra sus hijastros.
Plan detallado de la mujer y un pago peculiar
Las autoridades revelaron que Carmen María Oronoz contrató a dos delincuentes para llevar a cabo el homicidio. La mujer proporcionó información sobre los movimientos y desplazamientos de José Toro, facilitando que los sicarios ejecutaran el plan. Al interceptarlo, le dispararon en múltiples ocasiones, causándole la muerte inmediata en el lugar.
Lo que llamó la atención de los investigadores fue el pago por el crimen: tres bovinos. Este insólito método de remuneración dejó en evidencia los recursos disponibles y las conexiones locales de la autora intelectual.
Motivaciones tras el crimen ordenado por la mujer del asesinado
Sin embargo, las autoridades siguen investigando para esclarecer completamente los detalles y posibles agravantes en el caso.
Detenciones y búsqueda de responsables
En el marco de la investigación, fue detenido Dixon José Ponte Escobar, de 20 años, quien ya poseía un antecedente por hurto. Mientras tanto, Andrés Arturo Silva, alias “El Pelón”, otro de los implicados, se encuentra prófugo de la justicia.
Entre las evidencias recuperadas se encuentran un arma de fuego tipo escopeta, un par de zapatos y ropa perteneciente a la víctima, así como una motocicleta Empire Horse, utilizada para el crimen. Todo esto ha sido puesto a disposición de la Fiscalía Segunda del Ministerio Público del estado Cojedes.
Impacto en la comunidad local
El caso ha causado conmoción en el sector La Yaguara de Gabinero. Los vecinos expresaron asombro ante la frialdad del acto y la forma en que se planificó el asesinato. La situación también pone en evidencia las condiciones de violencia intrafamiliar y el impacto de la inseguridad en las zonas rurales de Venezuela, donde los conflictos personales a menudo terminan en tragedia.
El asesinato de José Virgilio Toro García es un recordatorio de cómo la violencia puede fracturar comunidades y familias. Aunque las autoridades han logrado importantes avances en el caso, como la captura de uno de los implicados y la autora intelectual, el CICPC continúa trabajando para localizar a los demás responsables y garantizar justicia para la víctima. Este suceso subraya la necesidad de abordar tanto los conflictos intrafamiliares como las redes criminales que operan en el país.