El gobierno de Aruba decidió extender hasta el 16 de marzo de 2025 el cierre aéreo con Venezuela de pasajeros, carga y correo. Esta medida, establecida mediante la Nota A0770/24 del Aeropuerto Internacional Reina Beatrix, se suma a una serie de restricciones que han limitado las conexiones aéreas entre ambos países desde 2019.
Decisión anunciada en medio de expectativas de reapertura
La extensión de la prohibición contrasta con las declaraciones previas de la primera ministra de Aruba, Evelyn Wever-Croes, quien había sugerido que los trámites para reabrir la frontera con Venezuela estaban en su fase final. Las conversaciones entre las autoridades de aviación civil, aduanas e inmigración de ambos países habían generado expectativas de una próxima reactivación de los vuelos.
Sin embargo, esta reciente medida, confirmada por el abogado aeronáutico Guillermo De Armas, refleja una decisión que apunta a mantener las restricciones aéreas en el corto plazo, pese a los avances en el diálogo bilateral.
Razones detrás del cierre aéreo prolongado
Las restricciones aéreas entre Venezuela y Aruba datan de 2019, cuando el gobierno venezolano decidió cerrar las fronteras con las islas ABC (Aruba, Bonaire y Curazao) tras la crisis política derivada de la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente interino.
Desde entonces, Aruba ha mantenido la suspensión de vuelos, citando preocupaciones relacionadas con la seguridad nacional y el temor de un posible incremento en la migración de venezolanos hacia la isla. En 2021, el Servicio de Inteligencia de los Países Bajos incluyó a Venezuela en una lista de países considerados como amenazas potenciales, lo que reforzó la política de restricciones.
Diederik Kemmerling, presidente de la Cámara de Comercio de Aruba, destacó que la medida también busca proteger a la isla de un aumento descontrolado en los flujos migratorios, un tema que ha sido una preocupación recurrente en las políticas gubernamentales de la región.
Impacto económico y social del cierre aéreo
La prohibición de vuelos entre Aruba y Venezuela no solo afecta las relaciones diplomáticas, sino también los intercambios comerciales y la conectividad familiar. Las restricciones han frenado el flujo de mercancías y turismo, dos sectores claves para la economía de ambas naciones.
Por otro lado, la decisión refleja la complejidad de equilibrar las preocupaciones de seguridad con la necesidad de reactivar vínculos económicos y sociales. Mientras que algunos sectores abogan por una próxima reapertura, otros consideran que el cierre sigue siendo necesario para prevenir problemas relacionados con la migración masiva.
Perspectivas futuras
La extensión de la prohibición hasta marzo de 2025 indica que cualquier reapertura podría depender de factores políticos y de seguridad que aún están en desarrollo. Las autoridades de ambos países deberán continuar las negociaciones para encontrar un punto de equilibrio que permita retomar las relaciones aéreas sin comprometer la estabilidad de la región.
El cierre aéreo entre Venezuela y Aruba se prolonga, reflejando las tensiones y desafíos que enfrenta la región. Aunque se habían generado expectativas de reapertura, las preocupaciones de seguridad y migración siguen pesando en las decisiones de las autoridades. El futuro de las conexiones aéreas dependerá de un consenso que garantice tanto la estabilidad como el fortalecimiento de los lazos entre ambas naciones.
🚨#NOTAM A0770/24 del aeropuerto de Aruba:
➡️Lo que casi todos en el medio aeronáutico veíamos venir, prolongada la suspensión de vuelos comerciales de pasajeros, carga y correo entre Aruba y Venezuela hasta el 16/03/2025. pic.twitter.com/XWq09ieXnk
— Guillermo De Armas ✈ (@guilledearmas) December 17, 2024