El presidente Nicolás Maduro señaló a la oposición venezolana como responsable de la expansión del Tren de Aragua, una organización criminal que ha ganado notoriedad más allá de las fronteras del país. En declaraciones transmitidas por el canal estatal VTV, el mandatario acusó a líderes opositores, como Leopoldo López y Julio Borges, de fomentar las actividades del grupo delictivo en el extranjero. La controversia refleja cómo la política y la criminalidad se entrelazan en el escenario venezolano actual, mientras las autoridades aseguran estar enfocadas en mantener la paz y el orden en el país.
Acusaciones de Maduro directas contra la oposición
En un acto público con representantes del sistema judicial, Nicolás Maduro vinculó a la oposición, a la que denomina “extrema derecha”, con la expansión del Tren de Aragua hacia otras naciones, incluyendo Estados Unidos. Según el mandatario, estas acciones formaron parte de un plan organizado desde el exterior por líderes opositores exiliados.
Maduro mencionó específicamente a Leopoldo López y Gilbert Caro, a quienes acusó de dirigir las operaciones de la organización desde países como España y Estados Unidos.
El Tren de Aragua como herramienta de desestabilización
La banda criminal fue utilizada según indicó el presidente para incitar actos violentos tras las elecciones presidenciales de julio pasado. Según Maduro, esta estrategia pretendía generar caos en el país, pero aseguró que el Gobierno estaba preparado para contrarrestar cualquier intento de desestabilización.
Estas declaraciones apuntan a una narrativa oficial que busca vincular el auge del crimen organizado con un supuesto complot político internacional contra Venezuela.
Detenciones y esfuerzos para combatir al grupo criminal
Por otro lado, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, informó que hasta noviembre de 2024 las fuerzas de seguridad habían capturado a 44 miembros del Tren de Aragua dentro del territorio nacional. A nivel internacional, el impacto de esta organización también ha sido notorio.
Esta semana, las autoridades colombianas detuvieron a Johan Michael García Rojas, alias ‘Gallina’, señalado como el tercero al mando de la banda, en el suroeste del país vecino.
Un fenómeno de alcance internacional
El Tren de Aragua, inicialmente un grupo delictivo local, se ha extendido sus actividades a países como Colombia, Perú y Estados Unidos, involucrándose en delitos que incluyen tráfico de personas, extorsión y secuestros.
El grupo se ha convertido en un problema regional debido a esta expansión, y gobiernos y organismos internacionales han mostrado preocupación por su presencia fuera de Venezuela.
Maduro indica que está en la búsqueda de estabilidad en medio de la controversia
A pesar de las acusaciones y tensiones políticas, Maduro aseguró que su administración está comprometida con garantizar la paz y la estabilidad del país. Enfatizó que las autoridades seguirán trabajando para contener la criminalidad y enfrentar los desafíos que surjan tanto en el ámbito interno como en el externo.
La conexión entre el Tren de Aragua y la política venezolana genera un debate que trasciende las fronteras. Mientras las acusaciones cruzadas se intensifican, el impacto de esta organización criminal plantea retos tanto para las autoridades venezolanas como para los países vecinos. La lucha por mantener el orden y desarticular estos grupos delictivos será un desafío crucial en el contexto político y social de la región.