Melania Trump no vivirá en la Casa Blanca. La Primera Dama de los Estados Unidos ha decidido no establecerse de manera permanente en la vivienda oficial durante el segundo mandato de su esposo, Donald Trump. A diferencia de su primera etapa presidencial (2017-2021), Melania adoptará un enfoque distinto para su rol. En esta oportunidad priorizando la vida en sus residencias privadas en Washington D.C., Nueva York y Palm Beach, Florida.
Una decisión marcada por la dinámica familiar
El hecho que Melania Trump no vivirá en la Casa Blanca responde a razones familiares y personales. Melania y su hijo menor, Barron, han optado por una vida más flexible y privada, evitando el anclaje que implica residir de manera constante en la Casa Blanca. De este modo, podrán continuar con sus rutinas en un entorno más controlado, especialmente considerando la notoriedad que implica estar en el epicentro de la política estadounidense.
Residencias principales de la Primera Dama
Melania dividirá su tiempo entre tres residencias clave:
•Washington D.C.: Esporádicamente visitará la capital para cumplir con actos oficiales ineludibles.
•Nueva York: Mantendrá una presencia regular en la ciudad, donde tiene una conexión profunda debido a su vida previa a la presidencia.
•Palm Beach, Florida: La residencia en Mar-a-Lago será el punto de reunión familiar y el lugar donde Melania y Donald Trump pasarán gran parte de su tiempo fuera de sus responsabilidades oficiales.
Diferencias respecto al primer mandato
Durante el primer mandato de Donald Trump, Melania no se mudó a la Casa Blanca inmediatamente tras la toma de posesión. En ese entonces, su decisión estuvo motivada por la educación de Barron en Nueva York. Sin embargo, una vez que se instaló en la residencia oficial, cumplió con los deberes propios de su posición. En este segundo mandato, su enfoque estará más orientado a preservar su vida personal y familiar.
Melania Trump no vivirá en la Casa Blanca: ¿Qué significa este cambio?
La ausencia de la Primera Dama como residente permanente de la Casa Blanca podría marcar un precedente en la dinámica del rol de la pareja presidencial. A pesar de no estar constantemente presente en Washington, Melania continuará participando en eventos diplomáticos y oficiales clave.
