La organización criminal Tren de Aragua, originaria de Venezuela, ha expandido sus actividades delictivas por varios países de Sudamérica. Recientes informes de seguridad advierten que la banda ha comenzado a acercarse a las fronteras de Argentina y Uruguay, generando preocupación en la región.
¿Cómo se está expandiendo el Tren de Aragua en Sudamérica?
El Tren de Aragua ha consolidado su presencia en países como Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Brasil. En estos lugares ha sido vinculado con delitos como el tráfico de personas, extorsión, sicariato y narcotráfico. Ahora, informes confidenciales señalan que la organización podría estar intentando ingresar a Argentina y Uruguay.
En este contexto, las fuerzas de seguridad han detectado movimientos de integrantes de la banda en zonas fronterizas. Lo que sugiere un intento de establecer operaciones en estos países.
¿El Tren de Aragua ya opera en Argentina y Uruguay?
Hasta el momento, no existen investigaciones judiciales o policiales que confirmen la presencia directa del Tren de Aragua en Argentina o Uruguay. Sin embargo, la influencia de la organización en otros países sudamericanos ha generado efectos indirectos.
Uno de estos casos ocurrió en Lomas de Zamora, Argentina, donde se desmanteló una banda conocida como los “Mata abuelos”, integrada por adolescentes chilenos de entre 12 y 15 años. Se sospecha que este grupo actuaba bajo la dirección de delincuentes expulsados de Chile por el Tren de Aragua, quienes aprovecharon que los menores no podían ser penalmente procesados en Argentina.
Por otro lado, en Chile, se rumoreó que Héctor Rusthenford Guerrero Flores, líder del Tren de Aragua, se habría refugiado en ese país tras la fuga masiva ocurrida en la cárcel de Tocorón, Venezuela, en septiembre de 2023.
¿Qué riesgos enfrenta la región?
La expansión del Tren de Aragua en Sudamérica representa una amenaza creciente para la seguridad regional, ya que su modelo delictivo basado en la extorsión, tráfico de drogas y violencia armada podría replicarse en Argentina y Uruguay.
Las autoridades de ambos países han comenzado a reforzar las medidas de control en las fronteras, con el objetivo de evitar que la organización establezca células criminales en sus territorios.
Con información de El País de Uruguay