Cirujanos estadounidenses realizaron con éxito un trasplante de vejiga humana, una primicia mundial que supone un punto de inflexión para los pacientes con trastornos urinarios graves.
Oscar Larrainzar, un padre de familia de 41 años que recibía diálisis desde hace un tiempo, fue el beneficiario.
El hombre tuvo que someterse hace varios años a la extirpación de gran parte de la vejiga debido a un cáncer y, posteriormente, le extrajeron ambos riñones.
Larrainzar recibió una vejiga y un riñón, ambos del mismo donante, durante una operación de aproximadamente ocho horas realizada a principios de mayo en el Ronald Reagan UCLA Medical Center de Los Ángeles, en California.
“Los cirujanos primero trasplantaron el riñón, luego la vejiga y, a continuación, conectaron el riñón a la nueva vejiga utilizando la técnica que habían desarrollado”, precisó la universidad.
Resultados de la operación
Los resultados son alentadores y casi inmediatos, según uno de los cirujanos, el doctor Nima Nassiri. “El riñón produjo inmediatamente un gran volumen de orina y la función renal del paciente mejoró de inmediato”, declaró en un comunicado.
“No fue necesaria la diálisis después de la operación y la orina fluyó correctamente en la nueva vejiga”, añadió.
La cirugía representa “un momento histórico en la medicina y podría transformar el tratamiento de los pacientes” con vejigas “que ya no funcionan”, insistió Inderbir Gill, que codirigió la intervención.
Hasta ahora, el trasplante de vejiga se consideraban demasiado complejos, debido principalmente a las dificultades de acceso a la zona y a su vascularización.
Este primer trasplante se produce tras más de cuatro años de preparación y debería ir seguido de otros en el marco de un ensayo clínico que permita evaluar los beneficios y riesgos de una operación de este tipo.
Los especialistas esperan que este avance no solo salve vidas, sino que también mejore sustancialmente la calidad de vida de muchos pacientes que hoy viven sin alternativas viables.