El bizcocho de limón sin glúten es una deliciosa opción para disfrutar en cualquier momento. En esta receta, te enseñaré a preparar un bizcocho esponjoso y lleno de sabor, sin necesidad de gluten. Ideal para quienes tienen intolerancias o simplemente desean probar algo diferente.
Ingredientes para el bizcocho de limón
Para preparar este bizcocho de limón sin glúten, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 250 gramos de harina sin glúten (puedes usar una mezcla comercial)
- 200 gramos de azúcar
- 4 huevos
- 100 ml de aceite de oliva o de girasol
- 150 ml de leche (puedes usar leche vegetal si prefieres)
- 2 limones (zumo y ralladura)
- 1 sobre de levadura en polvo (asegúrate que sea sin gluten)
- Una pizca de sal
Preparación del bizcocho
- Precalentar el horno: Comienza precalentando tu horno a 180°C (350°F). Prepara un molde para bizcocho engrasándolo con un poco de aceite o cubriéndolo con papel de hornear.
- Batir los huevos y el azúcar: En un bol grande, bate los huevos junto con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y de color claro. Este paso es crucial para lograr un bizcocho esponjoso.
- Agregar los ingredientes líquidos: Incorpora el aceite, la leche, el zumo de limón y la ralladura de limón. Mezcla bien todos los ingredientes hasta que estén bien integrados.
- Incorporar los ingredientes secos: En otro bol, mezcla la harina sin glúten, la levadura y la pizca de sal. Agrega esta mezcla a la preparación anterior, poco a poco, mientras sigues batiendo a baja velocidad. Asegúrate de no sobrebatir.
- Verter en el molde: Vierte la mezcla en el molde preparado y alisa la superficie con una espátula.
- Hornear: Lleva el molde al horno y hornea durante aproximadamente 30-35 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Enfriar y desmoldar: Una vez cocido, retira el bizcocho del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos 10 minutos. Luego, desmóldalo y déjalo enfriar completamente sobre una rejilla.
Este bizcocho de limón sin glúten es perfecto para acompañar un café o té a la tarde. Su sabor fresco y su textura suave lo convierten en una opción irresistible. Puedes decorarlo con un glaseado de limón o simplemente espolvorear un poco de azúcar glas por encima. ¡Buen provecho!