La tragedia reveló un detalle estremecedor: el hermano durmió junto a la joven muerta sin sospechar lo ocurrido. El caso de Anna Kepner, la adolescente estadounidense hallada sin vida en el crucero Carnival Horizon, continúa generando conmoción mientras una investigación federal señala a un familiar menor de edad como posible sospechoso.
Anna, de 18 años, viajaba con su familia en un recorrido turístico por el Caribe. La noche del 6 de noviembre de 2025, regresó antes a su cabina porque se sentía indispuesta. Las cámaras de seguridad del barco confirmaron que ingresó sola a su habitación, donde compartía espacio con su hermano de 14 años y su hermanastro de 16.
La noche en que desapareció sin que nadie lo notara
Según The New York Post, el adolescente más pequeño volvió a la cabina, se cambió de ropa y salió de nuevo para tomar fotografías del crucero. Al regresar, no encontró a su hermana, pero asumió que ella estaba con los adultos del grupo y decidió acostarse sin mayor preocupación.
Horas después, el joven pasó la noche entera en la misma habitación sin advertir que Anna estaba muerta bajo la cama, envuelta en una manta y cubierta con chalecos salvavidas.
El hermanastro de 16 años, señalado como sospechoso, también había estado en la cabina durante la noche. Las autoridades federales aún no han revelado la naturaleza de la participación del menor, pero su presencia en el camarote forma parte de las líneas de investigación.
El hallazgo que desencadenó la tragedia familiar
La mañana siguiente, la familia notó que Anna no acudió al desayuno. Su padre, Christopher Kepner, inició una búsqueda desesperada por distintas áreas del barco. Minutos más tarde, una trabajadora de limpieza hizo el descubrimiento que paralizó a toda la tripulación: el cuerpo de la joven estaba escondido bajo una de las camas, en la misma cabina donde pernoctaron los dos menores.
El crucero activó un código de emergencia médica mientras la familia intentaba comprender lo ocurrido. El Departamento de Medicina Forense de Miami-Dade ahora analiza el cuerpo para determinar la causa exacta de la muerte, que aún no ha sido confirmada.
La investigación federal sigue abierta y se espera que nuevas pruebas forenses y entrevistas aclaren lo que ocurrió dentro del camarote la noche en que la familia, sin saberlo, compartió espacio con una tragedia ya consumada.
