En Venezuela, al menos el 60% de los licores ingresan al país de manera ilegal, lo que ha generado una serie de consecuencias para la industria y el consumo interno. La disminución en las ventas de bebidas alcohólicas de producción nacional se ha atribuido principalmente al ingreso ilegal de licores, que además carecen de certificación sanitaria.
En este contexto, la industria de licores venezolana enfrenta importantes desafíos para competir en igualdad de condiciones.
El presidente de la Cámara de la Industria Venezolana de Especies Alcohólicas (CIVEA), Roque Zapata, ha alertado sobre la caída en las ventas del sector, que oscila entre el 25% y el 30% durante los primeros cinco meses del año 2023. Esta disminución está estrechamente relacionada con el ingreso ilegal de licores al país.
Zapata ha denunciado que muchos de los productos importados carecen de certificación sanitaria, lo que representa un riesgo para los consumidores. Además, ha señalado que el consumo de licores en Venezuela ha disminuido significativamente, afectando la demanda interna. Por cada 10 personas, solo 2 o 2.5 consumen bebidas alcohólicas, lo cual contrasta con la percepción popular.
La situación ha llevado a muchas empresas a establecer acuerdos de financiamiento directo con proveedores para acceder a la materia prima necesaria. Sin embargo, el panorama para la industria en la segunda mitad del año se prevé complicado mientras persista el ingreso desmedido de productos ilegales.
El presidente de CIVEA ha enfatizado que el sector no se opone a las importaciones, pero considera fundamental que los productos que ingresen a Venezuela cumplan con toda la documentación y los requisitos sanitarios necesarios. Solo de esta manera se podrán establecer condiciones de competencia equitativas entre los productos nacionales e importados.
El contrabando de licores en Venezuela representa un desafío significativo para la industria alcohólica y el consumo interno. El ingreso ilegal de licores, sin certificación sanitaria, ha llevado a una disminución en las ventas y al deterioro de la competencia leal entre los productos nacionales e importados.
Es necesario tomar medidas para combatir el comercio ilegal y garantizar que los productos que ingresen al país cumplan con los estándares necesarios. Solo así se podrá proteger a los consumidores y promover un entorno favorable para la industria de licores en Venezuela.
