Buena parte del hemisferio norte asistió viernes al espectáculo mágico de un eclipse solar.
«Es muy bonito. Es uno de los espectáculos astronómicos más maravillosos que se pueden ver», declaró a la AFP el astrofísico Alfred Rosenberg, uno de los primeros que han podido disfrutar del evento desde el observatorio de las islas Canarias.
El eclipse será luego visible en Europa, el noroeste de África y Asia, y en Oriente Medio, antes de terminar su recorrido cerca del Polo Norte.
Como es habitual, las autoridades han multiplicado las advertencias, exhortando a la población a llevar gafas de protección especial para evitar graves lesiones oculares.
El fenómeno podría ser estropeado en parte por las condiciones meteorológicas, ya que el cielo anunciaba nubes en muchas de las regiones donde podrá verse.
Para esquivar las malas condiciones atmosféricas, habrá aviones que embarquen a científicos y amantes de la astronomía, para permitirles ir a contemplar el “sol negro” por encima de las nubes. Previo pago de varios centenares de euros por cabeza, 50 daneses se montarán a bordo de un Boeing 737 fletado especialmente para la ocasión.
Por décima vez desde el inicio del siglo XXI, el eclipse solar será total, pero solo podrá verse el fenómeno íntegro desde territorios remotos del planeta.
ro aparente del satélite sobrepase al del astro rey, tapándolo completamente.
Por casualidad, el eclipse coincide con el equinoccio de primavera, cuando el sol pasa del hemisferio sur al hemisferio norte, así como con la Superluna.
La alineación entre la Tierra, la luna y el sol será seguida de grandes mareas el sábado en las costas del Atlántico, el canal de la Mancha y el mar del Norte.
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