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Las grandes “colas de la gasolina” volvieron a las calles

Fin de año con colas y sin servicios

Aragua.- La crisis por la deficiencia en la prestación de los servicios públicos que desde hace años venía afectando a Venezuela se ha agudizado en estos tiempos de pandemia y sobre todo en estas últimas semanas del año 2020.

Los ciudadanos tienen que hacer largas colas, recorrer extensos trayectos e incluso acudir a los llamados “bachaqueros” para poder obtener una bombona de gas, un pipote de agua o algunos litros de combustible para su vehículo.

 

El vital líquido

El agua, considerado justamente como uno de los servicios vitales para las personas, es una de las grandes carencias que sufren los venezolanos, ya que en muchos sectores del país ha desaparecido de las tuberías y aquellos quienes no cuentan con los recursos para contratar las llamadas cisternas, tienen que acudir a los llenaderos para cargar un cuñete o un pipote.

Sin embargo esto, que para muchos es un problema, le ha servido como negocio a otros como cuenta su caso Carlos Almeida, transportista residente de La Victoria, capital del municipio José Félix Ribas del estado Aragua:

 

“Hace algunos años, con muchos esfuerzos, logré comprarme una gandola con la que hacía fletes a todo el país y me redondeaba buen dinero. A medida que la situación se fue poniendo más difícil, los viajes iban disminuyendo pero siempre salía algo”

 

“Con esto de la cuarentena -prosigue Almeida- las cosas si se pusieron feas, pasé dos meses sin hacer ni medio. Entonces se me ocurrió la idea de cargar agua, adapté la gandola y le monté cuatro tanques de 4 mil litros cada uno, ahora gano un poco menos que antes pero sin matarme mucho, sin salir de La Victoria y sin los riesgos de la carretera”.

El suministro de agua potable se ha convertido en todo un negocio

El gas brilla por su ausencia

Otro servicio que se ha vuelto casi inexistente es el de gas doméstico.

Según señalaron algunos vecinos afectados hace aproximadamente seis meses que el combustible no llega en forma regular alos hogares.

“En junio –cuenta Morelba Ramírez, vecina del sector 24 de Julio de La Victoria- nos metieron en una lista larguísima. A mí, por ejemplo, me tocaba buscar la bombona el 19 de octubre, pero cuando llegó la fecha me dijeron que no había gas y que la lista quedaba sin efecto. Eso fue una verdadera burla y estábamos más de mil personas en la lista”

Otra señora, cuyo nombre no quiso suministrar, fue muy vehemente al decir:

“ ¿Gas? ¡Claro que hay gas! Lo que pasa es que lo tienen acaparado. Si no hubiese gas no lo tendrían los bachaqueros que quieren vender el cilindro, que cuesta 200 (mil) bolívares, en 6, 7 y hasta 10 dólares y como la gente necesita el gas, si tiene el dinero lo paga y se deja robar”

Las personas tratan de hacer menos pesadas las esperas

La gasolina

Las largas colas de vehículos a las puertas de las estaciones de servicio en espera para cargar gasolina o gasoil, que disminuyeron por algún tiempo, volvieron robustecidas en los últimos días.

Las filas de automóviles y otros vehículos ya han invadido los centros de las ciudades, incluyendo a La Victoria.

En la calle Páez de la Ciudad de la Juventud, a por lo menos 4 kilómetros de distancia de cualquier bomba de combustible  se observan las largas colas y los resignados conductores y acompañantes que, escuchando música, jugando dominó o simplemente conversando, tratan de hacer la espera menos pesada.

Úrsula Perdomo, señora de 57 años tiene ya varias horas de espera y dice.

“Estoy aquí desde las tres de la tarde de ayer (cuando declara son las 10 de la mañana) y no sé cuánto nos falta, de hecho creo que hoy no llenamos, pero no me quiero amargar, aquí estoy, disfrutando con mis “amigos de cola”. Qúe más se puede hacer”.

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