Las calles de El Castaño se quedaron como novia de pueblo, en otras palabras, esperando la llegada de un asfalto que parece olvidarse de su compromiso para solucionar los problemas viales del populoso sector de Ribas.
Por doquier se pueden encontrar desde el más pequeño hueco hasta la más increíble tronera, que para colmo alberga aguas estancadas en su interior generando la proliferación de mosquitos y enfermedades.
Los vecinos comentan que están cansados de las conversaciones con los integrantes del consejo comunal de la zona, alegando que pueden llegar a un acuerdo, sin embargo las soluciones no se logran ver al final de túnel.
Por ende, los habitantes de ese sector hacen un llamado al alcalde Juan Carlos Sánchez para que se preocupe por el bienestar de la ciudadanía de El Castaño y sus adyacencias.
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