La violencia armada en la barriada de José Félix Ribas, en el este de Caracas, ha afectado gravemente la vida escolar y ha generado miedo en los estudiantes, maestros y personal educativo.
La presencia de bandas criminales que controlan el territorio ha hecho que dar clases en estas escuelas sea un desafío diario para el personal educativo. Los constantes tiroteos, los enfrentamientos entre bandas y los asesinatos han causado daños en la salud mental de quienes conviven en las escuelas. Además, la falta de seguridad y la tensión generada por los operativos policiales han generado un ambiente de miedo y estrés en el personal educativo y los estudiantes.
A pesar de la difícil situación, los maestros han encontrado maneras de seguir adelante y brindar educación a los estudiantes. Algunos planteles han implementado clases a distancia para evitar que los estudiantes se vean afectados por la violencia armada. Otros planteles cuentan con asesoría psicológica o psicoafectiva para ayudar a paliar los estragos de la violencia en la salud mental del personal educativo.
Sin embargo, la situación sigue siendo precaria para los educadores y los estudiantes. La falta de recursos, la migración forzada y los bajos salarios han llevado a muchos educadores a abandonar el sistema educativo venezolano. La tensión generada por la violencia armada también ha llevado a algunos maestros a evitar hablar del tema dentro de las instalaciones escolares por temor a represalias.
Es importante destacar que la violencia armada no solo afecta a las escuelas, sino también a toda la comunidad. Los enfrentamientos entre bandas y los operativos policiales han generado tensión y miedo en los residentes de José Félix Ribas.
Es necesario que se tomen medidas para garantizar la seguridad de la comunidad y brindar un ambiente propicio para la educación y el desarrollo de los estudiantes.
