Tres terroristas suicidas atacaron el viernes mezquitas repletas de fieles en la capital yemení, Saná, al matar al menos a 46 personas y dejaron más de 100 heridas. Los atentados son los primeros a gran escala contra mezquitas frecuentadas tanto por musulmanes chiíes como suníes.
Los ataques tuvieron como blanco dos mezquitas controladas por rebeldes chiíes: la de Badr, en el sur de Saná, y la de al-Hashoosh, en la parte norte de la capital.
Un reporte de la televisora Al-Masirah, bajo control de los rebeldes, dijo que el ataque ocurrió durante las oraciones del mediodía, tradicionalmente la hora de más concurrencia en la semana. El canal no reportó cifras de fallecidos, pero dijo que los hospitales estaban solicitando donaciones urgentes de sangre.
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