Un eventual fin al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) o NAFTA (Por su sigla en inglés), como lo ha prometido el presidente electo, Donald Trump, afectaría seriamente las economías de EEUU y México, e incluso llevaría a una severa recesión económica, advirtieron expertos.
«NAFTA es una relación comercial vital para la economía de ambos países, especialmente para los estados fronterizos. Es una relación de la cual dependen millones de empleos, una relación ‘biológica’ que crece y se transforma de acuerdo a las necesidades», dijo a Efe Boris Kozolchyk, presidente y director ejecutivo del Centro Jurídico Nacional para el Tratado de Libre Comercio Interamericano (NLCIFT) en Arizona.
«Si se elimina NAFTA, tendrá un efecto tremendo, algo que podría ‘quebrantar’ la economía de ambos países provocando más desempleo, algo que supuestamente Trump quiere evitar», aseguró el experto en finanzas y relaciones comerciales binacionales.
Durante su campaña, el republicano Donald Trump reiteró en múltiples ocasiones sus intenciones de terminar o reformar NAFTA, a la cual consideró como una «fuga» de empleos estadounidenses.
Se estima que NAFTA genera 1.1 trillones de dólares anualmente a las economías de México, Estados Unidos y Canadá, según un análisis financiero realizado por el Concilio en Relaciones Exterirores (CFR) publicado en julio del 2016.
De acuerdo a cifras del Gobierno mexicano, el comercio anual entre este país y los Estados Unidos alcanza los 500 mil millones (500 billones) de dólares anualmente.
Cuando el Tratado de Libre Comercio entró en vigor en 1994, el número de empleos relacionados con la manufactura se incrementaron a 16.8 millones en Estados Unidos, sin embargo de acuerdo a las más recientes cifras, hasta el pasado mes de julio, se reportan 12.3 millones de empleos.
El mes pasado, la empresa manufacturadora Rexnord anunció el cierre de su planta en Indianápolis y la mudanza de su trabajo a México, lo que dejaría a 295 de sus empleados sin trabajo en este país.
Por eso, durante su campaña, Trump criticó fuertemente a la compañía automotriz Ford por su decisión de mover su producción de pequeños vehículos a una nueva planta en San Luis Potosí, México, valorada en 1.6 mil millones de dólares, a pesar de que la compañía aseguró de que ninguno de los empleos se perderá en su planta en Wayne, Michigan.
El asunto puede tener implicaciones ya que tras ganar Trump la Presidencia de Estados Unidos la economía mexicana sucumbió a los efectos.
El peso mexicano, señalado por los expertos como un indicador del sentimiento del mercado sobre las posibilidades de Trump, perdía alrededor de un 8 % con respecto al dólar y hoy se depreció un 2,7 % frente al dólar estadounidense respecto de su cotización a la venta en la jornada anterior.
Esto, de acuerdo a expertos como Kozolchyk, también afectará la economía de Estados Unidos, especialmente de las comunidades fronterizas que dependen del comercio binacional.
El experto opinó que la responsabilidad ahora es de los gobernadores fronterizos y representantes de cámaras de comercio que deberán establecer un «dialogo» con la nueva Administración de Trump y tratar de hacerle entender lo vital de NAFTA para la economía.
El presidente y director ejecutivo de la Cámara de Comercio Hispana de EE.UU. (USHCC), Javier Palomarez, informó hoy que ya se reunieron ayer con consejeros de Trump a quien felicitó y ofreció disponibilidad de trabajar en conjunto sobre temas que beneficien a la comunidad de los pequeños negocios en el país.
«Nuestra organización está dispuesta a subirse las mangas y trabajar para resolver estas problemáticas con nuestro presidente electo. Nuestro país trabaja mejor cuando todos tenemos la oportunidad de tener éxito, reconocemos que las comunidades diversas de este país merecen compartir la prosperidad que ellos han ayudado a construir», dijo Palomarez en un comunicado de prensa.
Por su parte, empresas y organizaciones que dependen en gran parte de NAFTA como la Asociación de Productos Frescos de las Américas (FPAA) esperan con cautela las decisiones que vaya a tomar la nueva Administración.
Establecida en 1944, FPAA es uno de los más importantes grupos comerciales agrícolas en Estados Unidos, sirviendo a las necesidades de más de 100 compañías relacionadas con el crecimiento, cosecha, importación y publicidad de productos agrícolas mexicanos en el país.
«México es una fuente confiable de frutas y verduras. FPAA continua centrada en los temas de acceso al mercado de EE.UU y la racionalización de las políticas regularías que inhiben el comercio justo y eficiente», manifestó a Efe el presidente de FPAA, Lance Jugmeyer.
«En nuestro papel de representantes de los distribuidores en EE.UU, seguiremos trabajando en con el Gobierno federal para garantizar que los consumidores en el país tengan abundante acceso a productos frescos y durante todo el año», concluyó.
Agregar comentarios