Especialmente emotivo fue el abrazo del jefe del Estado francés -aplaudido a lo largo del recorrido- con el médico y colaborador del semanario «Charlie Hebdo» Patrick Pelloux, quien atendió en persona a algunos de sus compañeros y amigos tras la masacre en la sede de la revista.
Poco después de las 16.00 hora local (15.00 GMT), Hollande regresó al Elíseo en su vehículo oficial.
Además de los dirigentes internacionales y de cientos de miles de ciudadanos anónimos, participan en la manifestación los principales líderes de las comunidades musulmana y judía en Francia, los últimos de los cuales fueron recibidos por Hollande antes de la marcha.
Un enorme dispositivo vela por la seguridad de los congregados y del medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno que se han reunido en París para rechazar la intolerancia de los terroristas y defender los «valores republicanos».