Un joven transexual que hacía vida pública en la avenida Libertador, en Caracas, murió en la sala de un hospital tras aganoizar durante varios días.
Alejandro Contreras, conocido como Grecia, estuvo inyectándose silicona para el cabello para hacer crecer su pompi.
Amigos de la víctima dijeron que Contreras se había obsesionado con el tema pues consideraba que era ese el único detalle que le faltaba para ser exitoso. El obcecado transgénero llegó a acumular hasta tres litros de polímero inorgánico en cada uno de los glúteos, según informó uno de sus mejores amigos.
Tras la última sesión de inyecciones, Grecia se retiró a su cuarto a descansar pero a las pocas horas comenzó a presentar fiebre, vómito y problemas respiratorios. Rápidamente, sus amigos lo trasladaron al Hospital Pérez Carreño, y tres días después, fue llevado al Hospital Vargas donde falleció, informó contrapunto.com.
El joven, oriundo de Mérida, se había mudado hace meses a la capital para trabajar y realizarse la inducción de la silicona. Vivía alquilado y no tenía familiares en la ciudad.
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