En un episodio desgarrador en la parroquia Mesa Bolívar, del municipio Antonio Pinto Salinas en Mérida, la falta de suero antiofídico se convirtió en una sentencia fatal para un niño de 4 años. Mordido por una serpiente guayacán, la tragedia puso de manifiesto la urgente necesidad de recursos médicos en los centros hospitalarios. A continuación, se presenta una crónica detallada de los eventos.
1. El Trágico Incidente: En la parroquia Mesa Bolívar, un niño de 4 años perteneciente a la familia Márquez sufrió la mordedura de una serpiente guayacán, desencadenando una carrera contra el tiempo para salvar su vida.
2. Falta de Antídoto en Centros Hospitalarios: Los familiares, consternados, actuaron con rapidez llevando al niño al ambulatorio de El Bordo. Sin embargo, la emergencia tomó un giro fatal al descubrir que ninguno de los centros asistenciales contaba con el suero antiofídico necesario para contrarrestar el veneno.
3. Traslado Desesperado: Ante la carencia de recursos médicos cruciales, la familia trasladó al pequeño a varios centros de salud, en un intento desesperado de encontrar el antídoto. Lamentablemente, sus esfuerzos fueron en vano.
4. Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes: La desesperación llevó al niño hasta el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes en la capital merideña, pero la ausencia del suero antiofídico continuó siendo un obstáculo insuperable.
5. Agonía y Pérdida Irreparable: A pesar de los intentos de los profesionales de la salud y el desvelo de sus seres queridos, el niño no pudo resistir la falta del antídoto y sucumbió ante el veneno de la serpiente, dejando a la familia sumida en la desolación.
6. Reflexión sobre la Infraestructura de Salud: Este trágico suceso arroja luz sobre las carencias en la infraestructura de salud, subrayando la crítica necesidad de contar con suministros médicos esenciales, como el suero antiofídico, en todos los centros hospitalarios.
7. Lamentable Pérdida Evitable: La pérdida de este inocente niño pone de manifiesto la evitabilidad de su muerte, señalando la responsabilidad colectiva de garantizar que los recursos médicos vitales estén disponibles para situaciones de emergencia.
8. Angustia Familiar y Necesidad de Acción: La angustia vivida por la familia Márquez refleja la realidad de muchos ciudadanos que, en momentos críticos, se ven desamparados por la escasez de insumos médicos. Este incidente demanda acciones inmediatas para corregir estas deficiencias.
9. Impacto en la Comunidad: La triste partida de este niño deja una huella indeleble en la comunidad, despertando conciencia sobre la importancia de fortalecer el sistema de salud para evitar tragedias similares en el futuro.
10. Llamado a la Solidaridad y Cambio: Ante esta lamentable pérdida, se hace un llamado a la solidaridad y a la búsqueda de soluciones concretas que eviten que la falta de recursos médicos básicos se traduzca en tragedias irreparables en la comunidad.
La muerte del niño en Mérida no solo es una tragedia familiar, sino un llamado urgente a reflexionar sobre la precaria situación de los recursos médicos en Venezuela. Esta pérdida evitable subraya la necesidad de un cambio inmediato para garantizar que ninguna vida se pierda debido a la falta de suministros médicos esenciales.
