La sociedad podemos compararla con una parcela donde se cultiva para cosechar alimentos, en la cual hay que preparar la tierra, ararla, preparar los surcos, vitaminizar para luego comenzar a sembrar cada semilla y hacerle el seguimiento correcto cuidándola, regándola y limpiándola para obtener la cosecha deseada, pues así mismo tenemos que dedicarnos para tener los mejores frutos humanos en nuestro país.
De esta manera es como debemos planificar la conducta de los ciudadanos que conforman las comunidades de una nación hermosa y que debiera ser próspera como Venezuela, pero que lamentablemente la hemos dejado caer en el abandono con actitudes fuera de lo que significa el sentir nacionalista convirtiéndonos en un estado de desorden y muchas veces de anarquía.
Por esta razón nos toca hacer mucho para ser el país que necesitamos, porque debemos construir prácticamente desde cero, las instituciones del Estado venezolano, la racionalidad económica, y las reglas que tienen que regir una convivencia democrática, sino lo más importante, hay que hacer que despierten los valores éticos y morales de una sociedad que parece librada a su suerte.
El Libertador Simón Bolívar en uno de sus pensamientos dijo: “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”. Con esto quiso decir que ninguna sociedad que este organizada puede privarse de reglas éticas y morales para subsistir, pero que sin luces tampoco, ya que debe existir una educación adecuada y generalizada.
Es así como se puede afirmar que la moral y la ética no son ni capitalistas ni socialistas, son la expresión necesaria para la convivencia civilizada de los seres humanos organizados en una sociedad. Estos dos aspectos son la columna vertebral de todas las religiones, de la preservación de la familia como núcleo esencial de convivencia y del respeto a la individualidad del ser humano.
Estos principios y reglas de conducta no son decretos que encontramos en la Constitución y las leyes, se deben sembrar en las familias, en las escuelas, y en el trabajo. Venezuela no podrá recuperarse mientras no entendamos que debemos ser diferentes a lo que hemos sido. Que la viveza criolla, el oportunismo, el facilismo, si bien fueron en un momento dado un resuelve, en el tiempo han sido nuestra perdición, porque nos han abierto el camino a la riqueza fácil, obtenida fundamentalmente a través de los diversos rostros de la corrupción.
Hasta un nuevo encuentro, donde seguiremos aportando ideas por un Rescate Ciudadano…y si quieres colaborar para que sigamos mejorando, escribe a mi correo.