Cada domingo, las amas de casa que acuden a los mercados populares del país sufren colapsos nerviosos al detenerse en los puestos de hortalizas. Veinte dólares resultan insuficientes para adquirir las deliciosas pero escasas variedades.
La crisis del combustible originó una disminución de 75% en la capacidad de producción de hortalizas en 2020. La falta de gasolina y gasoil, indispensable para las operaciones de maquinarias y desinfección o riego de cultivos, así como la movilización de los productos afectó a miles de productores.
Leida Lovera, directora de hortalizas de Fedeagro, aseguró que han tenido conversaciones con las autoridades a fin de evaluar acciones que permitan tener soluciones, sin embargo, «parece que los funcionarios no conocen la realidad del sector agrícola».
El contrabando desde Colombia está afectando la poca producción nacional.
«Está llegando una cebolla que se entiende que es de buena calidad y tiene la red de comercialización lista y definida», comentó Lovera.
La dirigente gremial hizo un llamado a la población para que adquiriera los productos que se procesan en Venezuela y apoyar así a los productores que se enfrentan a las grandes dificultades sumado al declive de servicios públicos.