Cuando se asume la decisión de convertirse en madre, se debe comenzar la preparación para asumir la lactancia como el mejor alimento que se le puede proporcionar a los hijos.
La calidad de la leche materna puede mejorar con el consumo de vitaminas A, E, B y C, zinc y selenio que se encuentran presenten en lácteos y sus derivados, pescados, cereales, legumbres, frutas y verduras.
Asimismo, la madre debe prever que existen algunos alimentos que pueden proporcionar un mal sabor de la leche materna como es el caso de alcachofas, espárragos, coles, rábanos, cebolla y ajo, sustancias por las cuales el bebé pudiese rechazar la leche materna.
Por otro lado, tomar en cuenta que no es necesario una preparación previa de los pezones porque estos órganos están preparados para lactar. Algunas incomodidades como gritas o afecciones son producidas por la posición y succión incorrecta al momento de lactar.
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