Entre los cuatro y seis meses de vida el bebé ya es capaz de moverse por voluntad propia y es consciente de sus brazos y piernas. Ya en esta etapa de su crecimiento es capaz de voltearse primero boca abajo hacia arriba y a los seis meses es capaz de hacer el movimiento a la inversa.
Los beneficios de que un bebé se pueda voltear es que se favorece su estabilidad porque se estimula los sentidos de la vista y el oído y además ya se encuentra preparado para gatear o ponerse de pie.
El bebé esta más alerta y puede expresar sus necesidades y sentimientos como hambre, incomodidad, compañía, felicidad y reconoce los ambientes en los que se encuentra.
Un mes después ya serán capaces de levantar cabeza y torso con ayuda de sus manos y a los seis meses están ávidos de voltearse en ambas direcciones sin inconvenientes.
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