Momentos en los que han existido extrema felicidad, tristeza o miedo son los recuerdos que mantienen los niños en su memoria. Estudios han demostrado que los recuerdos en los niños pueden comenzar a partir de los 24 meses debido al desarrollo de parte de su cerebro.
A diferencia de los adultos, los niños comienzan a almacenar experiencias, dejando de lado cierta información que los interesa.
Es propio de los infantes retener las cosas que los motivan así como a las personas o familiares que están a su lado en el momento de sus progresos.
Igualmente son más proclives a recordar de acuerdo a imágenes y no a las palabras. En consecuencia será más fácil recordar las figuras observándolas que los nombres de ellas.
Los regalos y promesas de los padres son cuestiones inolvidables para los niños. Los padres que en algún momento han prometido algo deben tener cuidado porque eso no pasará desapercibido para ellos.
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