Las quemaduras en los niños, de forma accidental o doméstico, pueden presentar diferente grado de severidad. Todo dependerá de la extensión y la profundidad de la quemadura.
En primer grado, pueden producirse quemaduras en la primera capa de la piel (epidermis). Las lesiones son manifestadas con enrojecimiento, dolor e inflamación. Para aliviar esta situación pueden en la zona aplicarse hielo (envuelto en un paño) y jugo de aloe vera (sábila).
En segundo grado se refiere a lesiones a la capa basal de la dermis. Para este momento se pueden evidenciar ampollas, dolor, piel hiperemica y exudativa.
Estas heridas deben ser lavadas con abundante durante cinco minutos, procurando que el agua no caiga directamente sobre la lesión. Asimismo, es necesario aplicar crema antiséptica y colocar encima compresa estéril.
Cuando se experimenta pérdida total y profunda de la dermis y epidermis se habla de quemaduras de tercer grado. Las heridas son de color rojo y presentan necrosis alrededor. Este tipo de quemadura requiere la atención de un personal especializado en quemados.
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