El Clarín/Rosa Rivero. Un comerciante aragüeño fue asesinado por sus captores en un enmarañado crimen en donde estaría implicado presuntamente uno de sus socios, quien había contratado a una mujer para seducirlo y posteriormente secuestrarlo. Por su liberación, los antisociales solicitaban el monto de 500$, pese a que la víctima ya había sido asesinada.
De manera extraoficial se conoció que el cuerpo del comerciante había sido hallado entre los perímetros de Cagua y Santa Cruz, donde aparentemente los investigadores encontraron los restos de una persona que presuponen sea la señalada.
Se trataba de José Alejandro Andrade Marchena, quien era comerciante y padre de dos hijos. Su extraña desaparición se dio el 25 de septiembre en horas de la tarde, momentos en que sus familiares tuvieron la última comunicación con el hombre.
La historia del enrevesado crimen comienza cuando la víctima inicialmente había salido de su residencia, ubicada en el sector Las Acacias de Maracay, durante la tarde- noche del pasado 25 de septiembre. Ese día aparentemente se encontraría con una mujer, con quien posteriormente cenaría y tomaría algunos tragos para luego desaparecer misteriosamente.
Su hermano luego de efectuarle unas llamadas al día siguiente y no obtener respuestas, se preocupó e inició su búsqueda, sin embargo, no hubo ningún tipo de noticias por lo que sus familiares formularon la denuncia ante las autoridades del Cicpc.
Tras un trabajo de investigación y cruce de llamadas, lograron dar con la identificación y posterior paradero de la mujer, con quien se vio por última vez Andrade Merchena. En un intenso interrogatorio, la implicada presuntamente habría confesado que había sido contratada por uno de los socios de la víctima para que lo sedujera y así poderlo entregar fácilmente a un grupo de delincuentes.
Con los días, el crimen inicial planificado presuntamente por uno de sus socios se convirtió en un secuestro, por lo que el grupo hamponil se comunicó con los familiares del comerciante, a quienes les exigieron la cantidad de 500$ para liberarlo, de lo contrario aparecería muerto.
Se presume que al ver que no se concretaba rápidamente la entrega de la suma exigida, los hampones trasladaron al comerciante a una zona boscosa, entre Cagua y Santa Cruz, donde lo asesinaron de varias puñaladas.
No obstante, igual continuaron con las llamadas a los familiares. Esta vez, el monto fue rebajado a 300 $, los cuales serían entregados por los familiares.
Ya había día, fecha y hora de la entrega del dinero, sin embargo, los investigadores, entre ellos miembros del Conas y del Cicpc, al mando del comisario Gerson Ramírez, dieron con la aprehensión de la mujer que se prestó para las labores de seducción y confesó el crimen.
Con la información aportada por la mujer, se logró la aprehensión de varios sujetos implicados en el caso. Las autoridades continúan el proceso investigativo para dar con los otros criminales que estarían involucrados en este hecho, así como la detención del presunto autor intelectual.