El Clarín/Rosa Rivero. El cuerpo de un joven de 28 años de edad que presentaba varios disparos en el rostro y cráneo, además de posibles signos de tortura, fue hallado durante la mañana de este jueves en la vía que conduce a Polvorín, municipio Mariño, por transeúntes que se dirigían a sus puestos de trabajo.
Se trataba de Luís Rafael Corrales, quien estaba residenciado con su madre en el barrio La Guzmana del municipio Mariño, donde se había mudado recientemente.
El cuerpo sin vida fue encontrado en el barrio Manidito, específicamente en el sector Los Icacos en Guayabita del municipio Santiago Mariño, donde las autoridades, luego de llegar al sitio y realizar la inspección ocular, se percataron que la víctima presentaba varios impactos de balas en la cabeza y rostro, presuntamente ocasionados con un fusil de asalto liviano (FAL).
Además de ello, el cuerpo tenía varias heridas en las extremidades inferiores, lo que les hace suponer que el hombre haya sido arrastrado por un largo trecho de camino.
Su madre fue una de las primeras personas en llegar al sitio, luego que le fuese notificado que había un hombre con las características de su hijo que tenía varias horas de desaparecido.
Según comentó, la noche del miércoles, Corrales había recibido una misteriosa llamada telefónica, la cual, luego de responder, le indicó a su madre que ya regresaría, sin precisar dónde o con quién se vería.
Esa noche no regresó a casa, por lo que sus familiares angustiados comenzaron su búsqueda sin tener rastros. Una llamada telefónica fue la que alertó a su madre sobre la posible muerte de su hijo. Al llegar al lugar, pese a tener el rostro desfigurado, pudo reconocerlo.
Trascendió que la víctima tenía un año de haber salido del penal de Tocuyito, donde presuntamente habría pagado condena por el delito de robo, sin embargo, Corrales había decidido cambiar de vida y trabajar para ganarse la vida honestamente.
Se crea que el crimen obedezca a una venganza o ajuste de cuenta, sin embargo, las investigaciones están en fase preliminar, por lo que no se descartan nuevas hipótesis.
Corrales trabajaba la agricultura junto a su tío para ganarse la vida. Su madre y demás familiares exigieron la identificación de los autores de este hecho y su efectiva aprehensión.
