Al través de los tiempos, Aragua ha sido un estado productor de alimentos, en los comienzos de la historia, cuando pertenecíamos a la Provincia de Caracas y dependíamos de la corona española, eran los frutos de la tierra; la caña de azúcar, la yuca, la papa, entre otros. Situación que se mantuvo incluso en los primeros 100 años de la post independencia.
Con el siglo XX el perfil económico de Venezuela cambia y también el de la región, surge la era petrolera y con ella la industrialización que rápidamente va arropando todos los aspectos de la vida nacional incluyendo, por supuesto, la alimentación.
Es el tiempo del llamado Gomecismo cuando “El Benemérito”, desde Maracay, gobernaba con férrea mano todo el país y es precisamente por esto y no por mera casualidad, que es en Aragua donde comienza a desarrollarse la industria alimenticia, en principio de la mano del trabajo agrícola pero luego fue adquiriendo fuerza hasta servir de sede a algunas de las más importantes y emblemáticas productoras de comida del país.
A propósito del incendio ocurrido en los galpones de la emblemática Lactuario Maracay, desempolvamos la historia de empresas como ésta, y su importancia para producción alimentaria en Venezuela.
Al principio…El Lactuario
Los trámites para instalar esta industria comenzaron en 1911 por parte de la firma Trujillo Roche y compañía, quienes obtuvieron autorización del Ministerio de Fomento y del Congreso Nacional para instalar dicha compañía en Maracay aunque cinco años después en 1917 fue vendida al general Juan Vicente Gómez. La empresa estaba dotada de una fábrica de hojalatas y una de hielo; anexo se fundó una empresa de salchichas, en manos de personal español. La materia prima para el procesamiento industrial del producto era importada.
El director de Lactuario de Maracay para 1917 era el sr. Jesús Iturzaeta, muy apreciado en la ciudad, quien además fue concejal del municipio. Tenía 26 empleados, entre hombres y mujeres. Para esa fecha Maracay era una ciudad pequeña rodeada de vaqueras y potreros en su mayoría pertenecientes al general Gómez, que suministraban la leche a la empresa y con eso “todo quedaba en casa”.
Las Salchichas Plumrose también son aragüeñas
La historia de la Plumrose comienza en 1864 cuando Edward Ferdinand Esmann funda en Dinamarca una empresa dedicada a la exportación de granos y mantequilla. El origen del nombre se remite a una fusión entre el nombre de una flor muy popular que existe en Dinamarca llamada Rose, y el apellido de una familia muy pudiente en Dinamarca: Plum.
Durante 1930 E.F. Esmann busca diversificar el negocio y establece producción de enlatados. El jamón enlatado se convierte en el producto emblemático de la marca Plumrose. En 1932 es oficialmente registrada. En 1953 se instalan en Venezuela oficinas de representación y distribución de productos. Para luego en 1960 iniciar la producción local de enlatados, jamones cocidos y otros productos cárnicos. La carne de res se transportaba en aviones desde Apure hasta Cagua-; en su mayor parte la carne de cerdo era importada.
En 1965 la actual casa matriz, East Asiatic Company (EAC), adquiere las actividades de Plumrose a nivel mundial, y continúa el desarrollo de la empresa en Venezuela. En 1967 se adquiere la planta IENCA, procesadora de carne de cerdo ubicada en Cagua, Edo. Aragua. La fábrica fue modernizándose y para 1972 se establece el proceso de embutido y empaque continuo de salchichas, con equipos de empaque flexible, resistente y al vacío, para garantizar mayor frescura, calidad y vida útil. A comienzo de la década de los 80, se realiza la instalación de equipos de empaque flexible y resistente para procesamiento continuo de jamones. En 1983 se instala la línea de jamón endiablado. Plumrose manteniéndose siempre a la vanguardia instala para 1984 un horno continuo para la cocción de salchichas, garantizando aún más consistencia de la calidad del producto y la automatización de procesos.
Los emblemáticos “Diablitos”
Hace más de 120 años, en 1896 que Diablitos Underwood llegó a Venezuela. Su sabor único, irresistible y “picantito” ha cautivado a los venezolanos de varias generaciones, y su calidad y fórmula secreta ha permanecido inalterable desde que se comenzó a fabricar en la planta ubicada en Cagua, estado Aragua, desde el año 1961.
“Desde la primera publicidad impresa en Venezuela en 1925 y el primer comercial de TV en 1966, la marca ha realizado más de 75 campañas publicitarias que han contribuido a afianzar a Diablitos como una tradición venezolana”, comentó Alex Viloria, director de mercadeo de General Mills, quién agregó “es conocido prácticamente por todos el slogan ‘la mejor forma de comer jamón’.
“Han sido estos años de calidad y sabor lo que han convertido a Diablitos en parte de la tradición venezolana y el preferido de todos, siendo en la actualidad líder absoluto de la categoría de jamones endiablados, con más de 60% de participación de mercado”, destacó Viloria.
Corn Flakes cambio el desayuno de los venezolanos
En 1898, en un “afortunado intento fallido” por la fabricación de granola, los hermanos W.K. Kellogg, y John Harvey Kellogg, cambiaron para siempre el desayuno cuando accidentalmente hicieron hojuelas de trigo. W.K. siguió experimentando hasta que hizo hojuelas de maíz, y creó la receta del Corn Flakes de Kellogg’s.
En 1906 Kellogg abrió la “Battle Creek Toasted Corn Flake Company” y cuidadosamente seleccionó a sus primeros 44 empleados. Juntos hicieron la producción inicial de Corn Flakes de Kellogg’s y dieron vida a la visión de W.K. de alimentos para el desayuno nutritivos y de gran sabor.
En 1960 se inaugura la planta en Venezuela ubicada en Maracay que actualmente emplea a más de 550 personas y produce 75% de los cereales listos para comer que se comercializan en el país, siendo Venezuela, después de México, el segundo mercado más importante en América Latina para Kellogg’s.
11 – 11 ¡Qué rico Panqué!
Desde La Victoria a todas las loncheras
Es difícil imaginar que algún venezolano de 50 años o menos, no haya llevado nunca en su lonchera un panque 11 – 11. Muchos de ellos ni se imaginan que es desde aquí, desde Aragua y más específicamente desde la ciudad de La Victoria, que esta sabrosa y tradicional golosina surge de los hornos para ir a ser el deleite de chicos y grandes.
La historia de 11-11 data de 1960, cuando en Caracas, Rosendo Rondón, en compañía de su esposa desarrollaron un singular biscocho casero para intentar comercializarlo y así ayudarse económicamente. No obstante la ventas eran muy pocas, fundamentalmente porque, como es sabido, nadie compra lo que no conoce y los Rondón no tenían recursos para realizar una campaña publicitaria. Lo que si tenían de sobra era inventiva y ésta los llevó a rebanar una de las tortas; empaquetaron cada porción individualmente, las metieron en un morral y se fueron para La Guaira en el viejo automóvil familiar, allí las repartieron gratuitamente, eso sí, con un mensaje escrito de donde podían adquirir más.
Este es el génesis de la empresa que desde 1976 opera en La Victoria ya no sólo produciendo los famosos “panqués” nombre que viene del anglicismo pound cake que es la denominación anglosajona de un tipo de pastel que, dependiendo de la región de América o Europa, adopta distintos nombres. Se trata de un bizcocho tradicionalmente compuesto de una libra (pound en inglés) de cuatro ingredientes básicos, harina, huevos enteros, mantequilla y azúcar.
Luego de casi 60 años de tradición, en este año 2017 la 11 – 11 cambió de dueño, poco antes de fallecer el Sr. Rosendo vendió la totalidad de la razón social a un nuevo consorcio comprometido con mantener la calidad y sabor del producto, no sólo del panque, sino de otros rubros como los Botecitos, la Torta Casera, el Pan de Leche, los Doraditos, las Crostantinas y los Panquecitos, según informó el actual gerente general, el Ingeniero Gerardo Pérez Valero.
Hoy en día, con un personal aproximado de 100 personas entre empleados y obreros y, a pesar de las dificultades, 11 – 11, sigue siendo líder en el mercado y en los paladares de todos los venezolanos.
¿Por qué 11 – 11?
A lo largo de estos años, mucha gente se ha preguntado porque el nombre de los productos 11 – 11, según se pudo conocer, la denominación se debe a que fue un 11 de noviembre (11 – 11) cuando comenzó esta singular empresa.
Simón Henrique López