El tiempo para Oswaldo Morales se detuvo desde aquella noche del 22 de agosto de 2021 cuando recibió una llamada en la que le decían: “mataron a Pao”. Desde ese momento su mente se nubló, no sabía qué hacer, estaba a unos 7 kilómetros de distancia y no le importó las altas horas de la noche y se fue hasta la comunidad Ciudad Bendita de El Garabatal, al oeste de Barquisimeto, lugar en donde fue asesinada su hija de 17 años de edad.
Era domingo, la joven salió de su casa con su bebé de cuatro meses en brazos, iba a llevarle una ración de comida preparada a la manzanera del consejo comunal “Gran poder de Dios Ciudad Bendita”. Su padre cuenta que cuando la joven llegó a la vivienda estaba un hombre apodado el “Daddy Yankee”, hijo de la manzanera y que además con él estaba otro grupo de personas.
Oswaldo relató que el “Daddy Yankee”, supuestamente, cargaba un arma de fuego y que comenzó a manipularla. Aseguró que este habría apuntado a la joven y presumen que él quería jugar la ruleta rusa.
“Él (Daddy Yankee) apuntaba a los muchachos que estaban ahí y cuando apuntaron a mi hija, uno de los que estaban allí le decía que no la fueran a matar, pero él no hizo caso y le disparó a mi hija en la frente, mi hija cae encima de la bebé”, sostuvo Oswaldo.
La joven estaba sentada en un banquito dentro de la vivienda, en su brazos tenía su bebé, cuando recibió el impacto de bala cayó encima de la niña, quien se golpeó en el pómulo.
A las 11:00 de la noche de ese 22 de agosto, Oswaldo se levantó de la cama y salió desde el centro de Barquisimeto corriendo por toda la avenida 20, pues guardaba las esperanzas de que su hija estuviera viva. Cuando pasaba por la calle 34, se detuvo en la sede del Cicpc para formular la denuncia, pues le contó a los detectives que a su hija le habían disparado y él sabía quien era.
La respuesta de los detectives fue que a ellos no les había llegado ningún reporte. Él recibió otra llamada, esta vez le decían que a su hija la trasladaron para el Hospital Central Antonio María Pineda, pues en el hospital de La Carucieña no pudieron atenderla porque no tenían insumos.
“Cuando llegué al hospital me encontré con un funcionario que me dijo que si era el padre de la joven y al responderle que sí, me dijo: “lo siento, su hija murió”, desde ese momento mi vida se destrozó”, dice en medio del llanto Oswaldo.
Un año ha pasado desde la muerte de la adolescente de 17 años y su padre asegura que siente un vacío muy grande, todos los recuerdos están intactos, pero también la lucha de mantener al fruto que le dejó, su pequeña niña. Es por ella y su hija que Oswaldo sigue pidiendo justicia.
Fue un crimen que ocurrió ante la mirada de un grupo de personas que compartían, pero ninguno intentó frenarlo, y hoy, luego de un año, reina el silencio.
Prófugo
Freidian Andrés Camejo Guillén, alias el “Daddy Yankee”, es el presunto responsable del crimen de la adolescente de 17 años de edad. El hombre tiene una orden de captura por el Tribunal de Control I por el presunto delito de homicidio intencional calificado por motivo fútil e innoble.
“Pido a todos los organismos, a la Corte Suprema de Justicia y al fiscal general, Tarek William Saab, que se aboquen a darle captura al asesino de mi hija. Fiscal, ya que está haciendo justicia por los animales, mi hija no es un animal, era una niña de 17 años que fue vilmente asesinada”, dijo Oswaldo.
El padre de la víctima pidió al fiscal general que se admita una orden de aprehensión internacional (alerta roja por Interpol), pues conoce que el presunto homicida se encuentra fuera del país y “gozando de su libertad”.
“Les pido por favor que se haga justicia por mi hija, ella me dejó una niña de apenas un año de edad y que el día de mañana me va a preguntar quién es su madre y yo no sé qué responderle”, relató Oswaldo.
Durante cuatro meses, el Cicpc del estado Lara le aseguró al padre de la víctima que el implicado estaba siendo buscado, pero este nunca estuvo tras las rejas. El presunto asesino de la joven habría huido a Colombia a inicios del año 2022.
La historia se repite
En Lara se han registrado varios femicidios en donde los responsables no pagan por lo ocurrido. Unos huyen del país y otros, a juicio de sus familiares, “juegan al gato y al ratón” con los cuerpos de seguridad.
En casi dos años (2020 y 2022), en Lara han quedado seis casos de mujeres asesinadas sin responsables en los calabozos. En todos estos hechos tienen identificados plenamente a los responsables.
El grueso de los homicidios en Venezuela recae sobre los hombres, pero las mujeres también son víctimas de este delito. Ellas son asesinadas por la violencia intrafamiliar o de pareja, pero también pierden la vida en robos, venganza o balas perdidas.
Son muchos los rostros de la impunidad. Familiares de las víctimas aseguran que ellas fueron doblemente asesinadas, primero por el victimario y luego por la justicia de Venezuela, pues aseguraron que gran parte de los responsables han estado por mucho tiempo en suelo larense y no son capturados.
En 2021, Yrailis del Valle Agüero Rodríguez, de 23 años de edad, fue asesinada, presuntamente, por su pareja. El hecho ocurrió el 16 de enero en el caserío Vela Grande del municipio Jiménez.
Wilfredo Agüero, el papá de Yrailis, relató que ese día recibió una llamada de su consuegra, quien le preguntó si la joven estaba en casa. Él respondió que no, pero que la estaban esperando.
Como no llegaba, Wilfredo decidió ir con su esposa a buscarla en la casa del novio, sitio en donde ambos vivían. Al llegar se percataron de que uno de los cuartos estaba cerrado con candado. Como pudieron se asomaron por la ventana y allí vieron a la joven tirada en el piso, estaba bocarriba y sin signos vitales.
A Jonathan Rodríguez, de 27 años, lo señalaron de ser el presunto homicida, habría usado un mecate para estrangularla y luego de cometer el crimen huyó. Tras un año y ocho meses no ha sido capturado.
La historia de Yrailis es similar a la de Lissette Carolina Pérez Guédez, una mujer de 34 años de edad, que presuntamente fue asesinada por un hombre con quien mantuvo 10 años de relación y tuvo dos hijos.
El femicidio fue cometido pasada la medianoche del 20 de diciembre de 2021, en el sector 1 del barrio Pueblo Nuevo de Los Palmares, en El Tocuyo.
El presunto responsable es Omar Guédez Angulo, conocido también como “Chiche”. Este hombre lleva ocho meses prófugo de la justicia, según contaron conocidos de la familia de la víctima.
Para robarla
Uno de los casos más recientes ocurrió en marzo de 2022, una dama de 71 años fue asesinada por un hombre que ingresó a la vivienda para robar.
Aunque existe una orden de captura en contra de Jhonger Díaz, presunto homicida de Josefa Adames, de 71 años, quien fue asfixiada dentro de su casa, en Santa Isabel, al oeste de Barquisimeto, el hombre no ha sido atrapado.
Los familiares han alertado que en el caso no hay celeridad y temen que ocurra lo mismo que en los otros casos, donde el responsable huye del país.
“El temor es que esos criminales huyen y en otro país pueden hacer lo mismo”, comentó una vecina de Santa Isabel.
Casi dos años en silencio
La impunidad sigue rondando en los casos de mujeres asesinadas en Lara. Cuando en Venezuela se estaba cumpliendo cuarentena radical por el covid-19, a Yohelis Sánchez Pérez, de 34 años, la asesinaron de una puñalada.
El hecho ocurrió el 10 de octubre en la mañana en el sector Rafael Alí Primera, al oeste de Barquisimeto. Yohelis regresaba a su casa luego de dejar a sus hijos en las tareas dirigidas, y cuando estaba muy cerca de la vivienda fue atacada por la espalda por una mujer que le clavó un puñal entre el hombro y cuello.
Yovanny Sánchez, padre de Yohelis, explicó que ese día lo llamaron para informarle que su hija estaba malherida y que estaban buscando carro para trasladarla a un centro asistencial. La ayuda fue tardía.
Yohelis luchó por su vida durante 5 horas y media, pero se fue desvaneciendo hasta que murió pasadas las 4:00 de la tarde.
Habitantes de Rafael Alí Primera fueron testigos de lo que ocurrió, todos vieron que una mujer cabello rojo fue la culpable.
Luego de casi dos años, a Roraima Quintero, presunta responsable del crimen, no la han detenido y este caso se une a uno más de la gran lista de casos impunes que existe en Lara.
La familia quiere que Douglas Rico, director del Cicpc, atienda el caso.
Los femicidios siguen en alza
Los femicidios en Venezuela siguen en alza. Cada 39 horas una mujer ha sido asesinada por motivos de género, según las cifras recogidas durante el primer semestre de 2022 por la ONG Utopix.
Según explicaron en su libro “Revolución de la Muerte” los expertos Luis Izquiel y Fermín Mármol García, la violencia contra la mujer en general y, por supuesto, su asesinato, es considerada una violación a los derechos humanos según el artículo 4 de la Convención para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer, mejor conocida como la convención de Belém Do Pará (sitio de su adopción en 1994).
Detallaron que el artículo 7 de este tratado establece la obligación de los Estados parte de condenar “todas las formas de violencia contra la mujer y convienen en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia”.
“Venezuela está en deuda con sus obligaciones nacionales e internacionales de respeto al derecho a la vida y al resto de los derechos humanos de las mujeres”, dicen.
El fiscal general del Ministerio Público, Tarek William Saab, informó que el organismo ha contabilizado un millar de casos de feminicidios, algunos de ellos frustrados, desde agosto de 2017 hasta la fecha.
“En lo que respecta a los femicidios se contabilizaron 1.008 casos, entre femicidios consumados y frustrados”, dijo.
Con información de La Prensa de Lara