Las imágenes hablan por sí solas: dos dos hombres sin franelas, de espaldas a una pared, ambos esposados a una ventana; uno con los dos brazos en alto y el otro con uno.
Los mismos permanecieron así, suspendidos de los barrotes de una ventana por largas horas, un castigo propinado por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana en la sede ubicada en el sector conocido como Pate’ Palo, avenida Libertador con la Intercomunal vía a Duaca, en Barquisimeto, estado Lara.
Se trata de los hermanos Pablo Javier Avendaño Escuela, de 32 años y Bernan Javier Avendaño Escuela, de 33 años, quienes permanecen detenidos desde agosto del 2020 sin sentencia firme, por lo tanto gozan de la presunción de inocencia, además de que se les respeten sus derechos humanos. Los detuvo una comisión de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES).
El caso ocurrió este lunes 31 de octubre y fue denunciado por la esposa de uno de los detenidos ante la Fiscalía Superior y Fiscalía de Derechos Fundamentales, de quienes esperaban acudieran de inmediato al retén policial para detectar en flagrancia el trato cruel. No obstante, ninguna de estás instancias acudió, sino que tomaron el caso por la vía ordinaria.
Según familiares, los hermanos recibieron tal castigo por negarse al traslado correspondiente a la Audiencia de Imposición de Sentencia en la Corte de Apelaciones, esto porque el abogado que los defiende no estaba en la ciudad y por tanto, no querían estar sin su acompañamiento, valga decir, en estado de indefensión.
Consideran familiares que frente a este tipo de tratos crueles, inhumanos y degradantes, se violaron derechos de estos ciudadanos y a la vez violaron pactos y acuerdos internacionales suscritos por la República Bolivariana de Venezuela. En este sentido piden al Fiscal General de la República, Tarek William Saab, tomar cartas en el asunto.
Con información de Cactus24
