El país entró en diciembre con un precio del dólar oficial en 11.8 bolívares y un paralelo en 13.35 bolívares por dólar. Esto representa que el tipo de cambio desde octubre de 2021 a la actualidad se ha encarecido 157% y 210% respectivamente, a pesar de que el Banco Central de Venezuela ha aplicado 67 intervenciones bancarias en lo que va de año. El país se ubica como el segundo del mundo con mayor inflación.
Según el Observatorio Venezolano de Finanzas, la inflación acumulada hasta octubre fue de 142,6%. Ese panorama hace que los venezolanos tengan que vivir la subida de los precios de alimentos e insumos básicos diariamente, que junto con el incremento de los impuestos y las nuevas comisiones bancarias que aplica el Banco Central de Venezuela (BCV) para retiros en divisas ha hecho que los dólares que maneja la población alcancen para adquirir menos bienes.
Según economistas, una de las medidas que más preocupa a la población en la actualidad es la publicada por el ente emisor el 21 de noviembre en Gaceta Oficial número 42.499, fechada el 7 de noviembre, donde actualizó el tarifario de comisiones y costos de servicios bancarios para cuentas custodias en divisas o denominadas cuentas bancarias de libre convertibilidad. Allí se estipula que las comisiones para retirar dólares en efectivo pasaron del 0,8% a un mínimo de 3% y a un máximo de 3,8%. Es decir, un incremento que ronda el 450%.
Estas comisiones serán aplicadas a personas naturales y clientes jurídicos no calificados como Sujetos Pasivos Especiales (SPE), por el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat). Para economistas, la medida representa un duro golpe para ciudadanos y empresarios que utilicen estas cuentas, porque ahora verán disminuidas su capacidad de compra en divisas. Consideran que lo que el ente emisor está buscando es aumentar la recaudación fiscal y desestimular el retiro de divisas en efectivo en el mercado financiero.
Es decir, ahora si un profesional recibe un pago de 100 dólares en su cuenta bancaria en divisas y los va a retirar en taquilla, el banco le va a cobrar entre 3 y 3.8 dólares al momento de esa operación. Pero si esa persona después utiliza esas divisas para pagar algún producto en un comercio formal, le van a aplicar un impuesto de 16% de IVA, más 3% del Impuesto de Grandes Transacciones Financieras (IGTF) que empezó a regir en marzo de este año para los pagos en divisas que no pasaran por un sistema bancario. Lo que representa que ese ciudadano va a tener que dejar 22 dólares del valor de ese billete en impuesto y comisiones.
“En este momento, cuando entramos en el mes de mayor gastos y circulación de dinero hay una mayor demanda de divisas en el mercado por la devaluación que está registrando el bolívar producto de la inflación. Esta medida del BCV lo que va a obligar tanto a ciudadanos como empresas es a no meter sus dólares en los bancos, porque a todo el mundo le cuesta generar esos recursos y si por tenerlos en un banco le van a cobrar casi cuatro dólares de comisión, va a preferir tenerlos debajo del colchón. El Gobierno está obligando a las personas a volver a guardar el dinero como en el pasado, cuando la dolarización era más informal”, comentó Aarón Olmos, economista y profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).
En un país que este año ha experimentado un incipiente crecimiento económico de apenas 10%, según estimaciones de algunas firmas económicas luego de perder el 75% del tamaño de su economía entre 2013 a 2021, este tipo de medidas del BCV resultan contradictorias, considera el economista, José Guerra, fundador del Observatorio Venezolano de Finanzas.
“Básicamente, el BCV tiene dos propósitos contradictorios entre sí: en primer lugar recaudar más dinero, pero al hacerlo lo que está es desincentivando el uso del dólar porque las personas que van a pagar la comisión ahora van a tener menos incentivos para usar el dólar, lo que representa que el BCV se está infligiendo un castigo. Asimismo, tratando de aumentar la recaudación está al mismo tiempo minando la base de esa recaudación que son las transacciones en dólares. Entonces si te colocan un impuesto que en realidad es la comisión, cualquier ciudadano prefiere usar otra moneda o irse al mercado informal, hacer transacciones en efectivo o ir a las tarjetas de débito. A cualquier otro mecanismo de elusión de esa comisión”, comunicó.
Para el economista y asesor financiero de la Cámara de Comercio del estado Lara, Gerardo Álvarez, el sector empresarial que es el que maneja alrededor del 70% de los dólares que están en la banca, resultará ser el más afectado. Sobre todo porque las transacciones que realizan son más grandes, pueden hacerse varias veces al día, y las comisiones bancarias abultarán los gastos de los 17 impuestos entre nacionales, regionales y municipales que deben pagar para mantenerse en la formalidad.
“Con este nuevo aumento en las comisiones bancarias, el Gobierno busca inmovilizar los depósitos del sistema financiero en dólares e incentivar el uso del bolívar. Una moneda que nadie quiere tener en las manos, en sus cuentas por mucho tiempo”, indicó.
Álvarez precisa que según datos del portal web Banca y Negocios, hasta el 30 de octubre de este año los depósitos en cuentas de moneda extranjera representaban 1.494 millones de dólares, es decir, el 47,5% de la liquidez monetaria en el sistema financiero venezolano.
Banca ahora capta menos dólares
Según explicó el economista, Gerardo Álvarez, desde marzo cuando el Gobierno empezó a aplicar el Impuesto de las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) para personas naturales y contribuyentes especiales, los bancos comenzaron a registrar una caída en sus captaciones en divisas.
“Durante el 2021 hasta marzo los depósitos en divisas que recibían los bancos representaban el 50%. Pero ahora son el 47,5%, han caído 3,5%. Es decir, 1.494 millones de dólares que en bolívares representan 12.846 millones de bolívares. El total de la liquidez monetaria del país es 27 mil millones de bolívares o 3.146 millones de dólares”, expresó el economista, basándose en datos de Banca y Negocios.
Sostiene que a los venezolanos no les gusta pagar impuestos y si se pueden evitar 3% de impuestos del IGTF cada vez que van a pagar algún producto en dólares en efectivo lo van a hacer. Indicó que cuando comenzó esta medida, los comercios indicaron al Seniat que la mayoría de los pagos recibidos fueron en bolívares.
Cambios oficiales
Luego de mantener una férrea política de control cambiario y de penalizar los pagos en moneda extranjera por años, el Gobierno a partir de 2018 comenzó a aplicar una política monetaria y fiscal expansiva. Le dio el visto bueno a la dolarización, comenzó a aceptar que los comercios e industrias usaran la divisa para sus transacciones. Asimismo, empezó a hacerse de la vista gorda con la Ley de Precios Justos. A partir de 2019 activó las mesas de cambio.
“El Gobierno venezolano estaba muy preocupado por la escasez de bienes y servicios, y sus asesores le recomendaron que debía flexibilizar la economía. Comenzó con 4000 productos a los que se les exoneró el pago de aranceles de importación. En 2018 permitió la dolarización, luego aplicó una política fiscal expansiva. Aumentando el gasto público y comenzó a inyectar dinero al sistema cambiario para mantener el precio del dólar relativamente estable”, expresó el experto financiero Álvarez.
Uso del bolívar se impone
A pesar de que el bolívar se devaluó en el último mes 43%, según el economista, José Guerra, el Gobierno venezolano ha tratado de que las personas sigan utilizando la moneda local.
Alejandro Castro, economista, explica que el Gobierno no puede dejar morir el bolívar porque es una manera de poder seguir monetizando el déficit fiscal. “Si no emites moneda local no puedes monetizar el déficit fiscal. En los países dolarizados cuando los gastos de la nación son mayores que los ingresos fiscales, se emiten deudas en el mercado financiero internacional, pero como Venezuela está en default, sólo puede enfrentar ese déficit emitiendo dinero creado por el BCV”, explicó.
Actualmente, el déficit fiscal del país representa el 5% del tamaño del PIB, es decir, por cada 100 dólares que recibe el Gobierno por ingresos fiscales, gasta 105 dólares.
Ese dinero que emite el BCV básicamente es para pagar salarios al sector público y los bonos del Carnet de la Patria.
Política monetaria es insostenible
José Guerra, economista, considera que la política monetaria del BCV de inyectar en las mesas de cambio los recursos que recibe de las exportaciones petroleras es una política insostenible en el tiempo.
“He sostenido que el BCV no está en condiciones de estabilizar el tipo de cambio, porque para estabilizar una moneda necesita que el BCV tenga reservas suficientes para ofertar al mercado y en segundo lugar que los agentes económicos demanden al bolívar, y ninguna de las dos cosas está ocurriendo. El lunes el BCV inyectó 65 millones de dólares, el mercado devora en horas esos dólares porque hay una demanda insatisfecha”, explicó.
Reportan una caída en las ventas
Los salarios no están aumentando en Venezuela y el sector privado tiene un salario al mes que ronda los 150 y los 200 dólares que no permite adquirir la canasta alimentaria. Por esto, los comerciantes registran una caída en las ventas.
“En Lara no se han reportado cierres de comercios, pero sí hemos detectado una migración a rubros como los alimentos, que son los más demandados”, dijo Simón Salas, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Lara.
Elías Bessis, de la Cámara de Importadores de Autopartes, señaló que ahora es cada vez más difícil acceder a las mesas de cambio.
Con información de La Prensa de Lara