Los docentes e investigadores de Biología de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, UPEL Maracay, parecieran ser los únicos dolientes de este departamento, que en menos de un mes, ha sido totalmente vandalizado, robado y saqueado. Sus voces se quiebran mientras narran cada destrozo infligido a esta institución, que solo en Biología, ha egresado a más de 3000 profesionales.
Desde diciembre a la fecha, vándalos han destruido 8 de los 13 laboratorios que ya presentaban graves e irreversibles deterioros, debido a la falta de mantenimiento producto del menguado presupuesto universitario.
La subestación eléctrica de Biología de tres transformadores y con una capacidad de 13.000 voltios fue totalmente desmantelada y saqueada. También suministraba electricidad a otros departamentos, como un núcleo de investigación en biodiversidad.
Es un desastre. Ya no entran solo para robar. Da dolor. Pareciera que le tuvieran odio a la universidad”, dice compungida la profesora Ángela Bedoya, jefa del departamento de Biología.
En el recorrido, se pudo constatar que los delincuentes también se han llevado los animales disecados que permanecían en los laboratorios y que eran utilizados para la investigación.
No sabemos con qué fin, expresa Bedoya.
La docente también alertó sobre la incursión delictiva en un depósito de reactivos químicos. “Esto es peligroso porque su manipulación puede generar intoxicaciones”, advirtió.
El herbario de la UPEL Maracay, uno de los más importantes de Venezuela, con registro internacional y que cuenta con una amplia colección de algas, hongos y plantas, también ha sido vandalizado.
Los pocos profesores que aún persisten dentro de la institución, ya no saben a quién acudir, pues dicen que no hay autoridad alguna, institucional o gubernamental, que ponga freno al ataque contra la universidad.
Pareciera que es ex profeso y que lo hacen para acabar con esta planta física que representaba un esfuerzo de años”, lamenta el profesor Antero Burgos, fundador del departamento de Biología.
Estima que recuperar solo la subestación eléctrica desmantelada, requiere una inversión superior a los 100.000 dólares.