Los habitantes del populoso barrio que lleva el nombre de San José, patrono de Maracay, celebran esta festividad en medio de problemas y calamidades que por años no han sido atendidas.
Maracay. “El agua nunca viene, el aseo ni te digo, el servicio telefónico no funciona, calles en muy mal estado, colapso de aguas servidas. En fin, cuando no es un servicio, es otro que no sirve”, cuenta Rosa Rodríguez, una habitante del Barrio San José, al sur de Maracay, uno de los más antiguos de la ciudad.
Esta comunidad se fundó en los años cincuenta, en terrenos que servían como pastizales para el ganado y que pertenecían al Ministerio de la Defensa durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Tras el derrocamiento del dictador, estas 7000 hectáreas fueron donadas a un grupo de familias que se asentó en viviendas de bahareque y sin ningún tipo de servicio.
Pasados 73 años, sus habitantes actuales tampoco cuentan con servicios públicos, donde el suministro de agua por tubería dejó de ser regular, por lo que los habitantes del barrio San José deben caminar hasta un pozo y cargar botellones o trasladarlos en carretillas y es que una bomba ubicada en la calle Portillito con la 12, que otrora surtía de agua a parte de la comunidad, lleva años inoperativa.
La han habilitado más de una vez, han venido a hacerse fotos, pero nunca ha funcionado”, dice Juan Herrera.
El barrio San José tampoco escapa a la deficiente recolección de basura que padece desde hace décadas todo el municipio Girardot, el aseo urbano –refiere Rosa Rodríguez– jamás en la vida pasa y cuando lo hace, es una vez al mes, si acaso.
Las calles del barrio San José evidencian el deterioro por los años y por la ineficiencia gubernamental. No hay una sola vía interna que no presente huecos, algunos hechos por cuadrillas gubernamentales cuando después de varios años de espera, finalmente, se sustituyeron algunos colectores de aguas negras, pero sin reparar la vialidad.
La pavimentación data de principios de los años sesenta. Fue durante el gobierno de Raúl Leoni que se asfaltaron las principales calles, mientras que la red de cloacas la instalaron en los setenta, durante el mandato de Luciano Cordero, gobernador de Aragua para entonces, y a quien se le debe la declaración oficial del 5 de marzo como «Día de Maracay».
Irónicamente, en este barrio se encuentra una de las principales sedes de la Cantv, que atendía varias comunidades del sur de Maracay. Hoy, los habitantes de San José no cuentan con el servicio telefónico fijo y la sede de la telefónica apenas es un viejo edificio solo y abandonado.
Eso no funciona hace años. Aquí nos comunicamos a través de celulares”, señala Luis Márquez, otro de los habitantes de San José.
El barrio cuenta con una institución educativa pública, la escuela Santos Michelena, que a lo largo de los años ha funcionado en varias sedes, como en la de un antiguo albergue que luego pasó a ser un asilo. En la actualidad está ubicada en la calle 10 con Portillito y avenida Constitución, el antiguo paso del tren.
En San José también funciona la sede del Colegio Fe y Alegría, en donde se ha formado gran parte de los niños y adolescentes de la comunidad. Pero sus alrededores se han convertido en vertederos improvisados para la basura.
Semillero de talentos
El barrio apenas cuenta con una cancha deportiva, que, según narra Juan Herrera, no ha recibido ningún mantenimiento desde hace 10 años.
Al alcalde le hemos hecho saber el estado en que se encuentra, pues ya varios jugadores se han fracturado debido a un serio desnivel”.
Por esa cancha han pasado varios jugadores de renombre nacional e internacional, como Allison García, basquetbolista que jugó para Trotamundos de Carabobo; Almiro Coello, el hoy entrenador asistente de Toros de Aragua, o Gabriel Planchez, miembro de selección masculina de fútbol de salón, que representó a Venezuela en el Mundial de Fútbol de Salón México 1997, donde resultó campeona.
Otros destacados talentos han salido de San José, como Manuel Tenorio, creador y posterior presidente de la Asociación de Ciclismo del estado Aragua o la cantante de música venezolana Reyna Lucero, quien nació en Santa Cruz de Aragua, pero a muy corta edad fue llevada a Maracay por sus padres, quienes aún viven en esta comunidad.
Este barrio también es conocido por el hospital del IVSS Carabaño Tosta, llamado popularmente como el Seguro de San José. Sin embargo, Germán Rodríguez Deus, un habitante de la comunidad, asegura que el centro asistencial, así como la centenaria fábrica de mantequilla Lactuario Maracay, no pertenecen geográficamente a San José y que en esos terrenos funcionaba el vertedero de Maracay.
La Sagrada Familia
A la fecha, nadie sabe por qué el barrio lleva el nombre de San José. Pero la devoción por el santo en esta comunidad, patrono de la Iglesia Universal y uno de los santos que representa el papel sagrado y modélico que ejercen los padres, como protectores y guías de sus familias, provendría de la conformación de la Sociedad benéfica religiosa La Sagrada Familia.
Esta organización ya cumplió 72 años y estuvo brevemente en el barrio Las Flores. Llegó a la casa de Berta Guillén, donde se realizaron las primeras reuniones constitutivas y desde donde se levantó no solo una referencia social, cultural y religiosa dentro del barrio San José, sino también, un patrimonio social y parte de la idiosincrasia de la comunidad.
A la fecha, La Sagrada Familia sigue siendo el punto de convergencia de todas las generaciones de habitantes del barrio San José, que han querido seguir el camino de la fe que recorrió José, padre de Jesús.
Este 19 de marzo, día del patrono de Maracay, el barrio San José eleva una plegaria a su epónimo para que las autoridades regionales y municipales volteen su mirada hacia esta comunidad tan importante para la ciudad, pero desasistida.