Un avión con 115 migrantes venezolanos varados en la frontera de Chile con Perú, partió rumbo a Caracas el pasado domingo como parte de un programa gubernamental de repatriación impulsado por el Gobierno de Nicolás Maduro. Las personas que abordaron el vuelo cumplieron previamente con los requisitos establecidos por el Consulado de Venezuela en Chile y las autoridades nacionales pertinentes.
El vuelo fue costeado por Venezuela y forma parte del programa oficial “Vuelta a la Patria”. La Cancillería chilena indicó que se continuarán las gestiones diplomáticas para concretar futuros vuelos de repatriación desde distintos puntos de Chile.
En el punto limítrofe de Perú y Chile, conocido como Línea de la Concordia, cientos de migrantes, en su mayoría venezolanos y haitianos sin documentación, se encuentran varados desde hace más de dos semanas sin poder retornar a territorio chileno ni ingresar a Perú, sin agua, alimentos o servicios sanitarios.
La situación se ha vuelto crítica y ha llevado a la Cancillería chilena a realizar gestiones diplomáticas para dar respuesta a la urgencia que se presenta en la zona norte.
Chile ha endurecido en los últimos tiempos sus políticas contra la migración ilegal para tratar de frenar la crisis de seguridad que atraviesa el país. La militarización de la frontera común ha sido ampliamente cuestionada por organismos como Amnistía Internacional o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, lo que ha elevado considerablemente la tensión política entre ambos Ejecutivos.
Perú, por su parte, decretó la semana pasada el estado de emergencia por 60 días en sus fronteras y ordenó el envío de militares para reforzar la vigilancia.
La situación en la región es crítica, por lo que la Cancillería chilena dijo que seguirá profundizando el diálogo con todos los países de la región, ya que solo a través de la cooperación se abrirán espacios que permitan abordar la crisis migratoria regional a mediano y largo plazo.
La situación de estos migrantes ha puesto en evidencia la complejidad de la crisis migratoria regional y la necesidad de una solución conjunta entre los países de la región para abordarla a mediano y largo plazo.
La Cancillería chilena ha indicado que seguirá trabajando para concretar futuros vuelos de repatriación desde distintos puntos de Chile y así acoger la demanda de las personas que quieren regresar a su país de origen.