La búsqueda de asilo en Estados Unidos se ha vuelto dependiente de una aplicación llamada CBP One, desarrollada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés). Sin embargo, esta alternativa tecnológica parece estar desconectada de la cruda realidad en la frontera, donde la falta de teléfonos, wifi y electricidad se convierte en un lujo.
La implementación de esta aplicación ha generado frustración entre los migrantes que se encuentran aglomerados en México, quienes enfrentan obstáculos y dificultades para acceder a ella.
La aplicación CBP One fue lanzada por el gobierno de Joe Biden en enero como parte de las nuevas reglas para solicitar asilo. Esta herramienta se ha convertido en el primer paso del proceso y se exige su uso para evitar la deportación de aquellos que pisen suelo estadounidense sin tener una cita registrada en la aplicación.
Aunque las autoridades han ampliado los cupos diarios y las horas de registro, CBP One sigue siendo una herramienta restrictiva y presenta numerosas fallas.
Para muchos migrantes, llegar a la frontera de Estados Unidos representa un desafío extremo en el que sobrevivir es un logro en sí mismo. Durante el camino, muchos de ellos son víctimas de robos y pérdidas de teléfonos, que se mojan en los ríos que atraviesan.
Otros conservan sus dispositivos móviles, pero son antiguos o están en mal estado. La falta de acceso a teléfonos, electricidad y wifi se convierte en un gran obstáculo para utilizar la aplicación y completar el proceso de solicitud de asilo.
Los migrantes que esperan en lugares como Ciudad Juárez viven en condiciones precarias, en carpas y sin acceso a electricidad. Cargan sus teléfonos en postes improvisados con cables enredados. Invierten cada moneda que tienen en comprar saldo para tener internet, pero incluso después de superar estos desafíos, se encuentran con problemas técnicos y barreras lingüísticas al usar la aplicación CBP One.
La implementación de la aplicación CBP One para solicitar asilo en Estados Unidos ha generado dificultades significativas para los migrantes en la frontera. La falta de acceso a dispositivos móviles, electricidad y wifi, combinada con las fallas técnicas de la aplicación, ha creado obstáculos adicionales en un proceso ya complejo y desafiante.
A medida que se acerca el fin del Título 42, la ansiedad entre los migrantes aumenta y algunos optan por cruzar de forma ilegal hacia Estados Unidos debido a la frustración y la falta de alternativas accesibles. Si bien se esperan mejoras en la aplicación en un futuro cercano, es necesario considerar soluciones más accesibles y humanas para garantizar que el proceso de búsqueda de asilo sea justo y respetuoso de los derechos de los solicitantes.