En Venezuela, el Sistema de Procura de Órganos y Tejidos lleva seis años suspendido, sumiendo a miles de pacientes en una desesperante espera sin visos de una pronta reactivación. La falta de un programa serio, responsable, viable y transparente por parte del Estado ha agravado la situación, dejando a los venezolanos en un estado de vulnerabilidad y desesperanza.
En medio de este panorama desolador, Reymer Villamizar, director de la fundación Amigos Trasplantados de Venezuela (ATV), alza su voz para denunciar la negligencia que ha llevado a esta crisis humanitaria y demandar soluciones concretas.
La suspensión del sistema de trasplantes ha dejado a miles de personas en una espera interminable, donde cada día cuenta y la esperanza se desvanece. Reymer Villamizar, en representación de aquellos que luchan por sobrevivir, exige un nuevo sistema que brinde esperanza y una oportunidad de vida.
La falta de cifras oficiales agrava la situación, y aunque se estima que al menos 6.600 personas se encuentran en diálisis, no todas son candidatas para un trasplante. Además, la precariedad de los centros de diálisis ha empeorado la salud de los pacientes, reduciendo su esperanza de vida.
La desesperación se extiende a aquellos que esperan un trasplante de hígado, muchos de los cuales han tenido que buscar opciones en el extranjero debido al éxodo forzado. La falta de transparencia en torno a los trasplantes y la escasez de donantes vivos relacionados plantean dudas sobre la verdadera reactivación del programa.
Además, la falta de suministros inmunosupresores pone en riesgo la vida de los pacientes trasplantados y deja en la incertidumbre a aquellos que esperan un nuevo tejido.
La falta de acción por parte del gobierno de Nicolás Maduro es evidente, ya que los anuncios de reactivación suelen coincidir con momentos políticos y electorales. Las declaraciones no han sido respaldadas por acciones concretas, y la falta de claridad en el proceso ha generado preocupación entre los pacientes y sus familias.
La falta de medicamentos inmunosupresores también representa un desafío para aquellos que han recibido un trasplante y necesitan mantener la viabilidad de sus órganos donados.
La situación del sistema de trasplantes en Venezuela es crítica y desoladora. A pesar de algunos intentos aislados por parte del gobierno, la falta de transparencia y de acciones efectivas ha dejado a los pacientes en una situación de vulnerabilidad y desesperanza.
Amigos Trasplantados de Venezuela ha alzado su voz para impulsar la reactivación plena del programa y visibilizar la difícil realidad que enfrentan los pacientes en todo el país. La urgencia de medidas concretas y efectivas se hace evidente, y es necesario que el Estado garantice el derecho a la salud de sus ciudadanos. La lucha por una nueva oportunidad y una nueva vida continúa, mientras miles de voces claman por respuestas y soluciones tangibles.
