La presencia del dólar en la economía venezolana ha sido objeto de debate constante. Ronald Balza, economista y decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), comparte sus perspectivas sobre este tema crucial.
Mientras algunos abogan por la desdolarización, Balza argumenta que el dólar se mantiene arraigado en Venezuela debido a su utilidad como medio de pago. En este artículo, exploraremos su análisis y las implicaciones de una posible desdolarización.
El Dólar en Venezuela: Más que una Relación Diplomática
Balza resalta que la presencia del dólar en Venezuela no depende únicamente de las relaciones con Estados Unidos. Su uso prevalece porque se ha convertido en un método de pago ampliamente aceptado para las transacciones comerciales en el país. Esto sugiere que eliminar el dólar no solo implicaría una ruptura con la relación diplomática, sino también la eliminación de un mecanismo de pago arraigado en la vida cotidiana de los venezolanos.
La Persistencia del Dólar en Circulación
El economista sostiene que los dólares circulan libremente en Venezuela y que considerar una desdolarización en este contexto carece de lógica. Desde principios de los años 2000, los venezolanos tenían cuentas en dólares a través de la banca nacional. Incluso durante los años de Cadivi, las personas podían abrir cuentas en el extranjero y disponían de dólares para llevar a cabo transacciones comerciales.
La Dualidad Monetaria en Venezuela
Balza subraya que, aunque se prohibiera oficialmente el uso del dólar, esto no impediría su circulación y adopción por parte de la población. A pesar de cualquier medida gubernamental, el dólar ha estado profundamente arraigado en Venezuela debido a su vinculación con la exportación de petróleo y la recepción de divisas. En este sentido, la dolarización es un aspecto histórico de la economía venezolana que persiste a lo largo del tiempo.
El análisis de Ronald Balza destaca la complejidad de la relación de Venezuela con el dólar y la dificultad de desdolarizar una economía donde esta moneda se ha arraigado durante décadas. La coexistencia de bolívares y dólares presenta desafíos y oportunidades únicas. En lugar de buscar una desdolarización radical, se recomienda explorar políticas que gestionen eficazmente esta dualidad monetaria, garantizando la estabilidad económica y el bienestar de la población.