Un oscuro suceso ha estremecido a Perú y a la comunidad venezolana residente en el país. La Policía Nacional del Perú (PNP) ha logrado la captura de Kevin Pacsi Huarcaya, un taxista sospechoso de haber estrangulado y asesinado a dos mujeres venezolanas. Estos crímenes han conmocionado a la opinión pública y la policía está trabajando incansablemente para arrojar luz sobre estos terribles sucesos.
El caso comenzó con la desaparición de Yurmari Capote Navarro, de 19 años, la noche del 25 de diciembre de 2022. La joven venezolana abordó el vehículo de placa ABZ-346 conducido por Kevin Pacsi Huarcaya. Lamentablemente, tres días después, su cuerpo fue encontrado sin vida, semidesnudo y con signos de estrangulamiento en una acequia en Congata, en la región de Perú.
Algledis Paola Argüello Maldonado, de 21 años y compatriota de Yurmari, fue la segunda víctima. Su cadáver fue encontrado en circunstancias similares en la misma acequia el 2 de octubre. La policía ha vinculado su desaparición con el mismo taxista, Kevin Pacsi, quien la habría captado la noche anterior.
La detención de Kevin Pacsi se materializó gracias a las declaraciones de amigas de las dos mujeres venezolanas y al análisis de las grabaciones de cámaras de seguridad que registraron el paso del vehículo negro por avenidas clave en la investigación. La captura tuvo lugar el miércoles 11 de setiembre, cuando Pacsi estaba siendo liberado tras su detención previa por posesión de cocaína.
La Policía Nacional del Perú está comprometida en desentrañar los detalles precisos de estos crímenes y en llevar a los responsables ante la justicia. Este trágico episodio ha sacudido a la comunidad y es crucial que se siga avanzando en la investigación para garantizar que se haga justicia en nombre de las víctimas y sus familias.
El asesinato de Yurmari Capote Navarro y Algledis Paola Argüello Maldonado ha causado una profunda conmoción en Perú y en la comunidad venezolana. Es fundamental que las autoridades continúen con su labor investigativa y que se asegure un proceso legal justo. Este desgarrador suceso destaca la necesidad de fortalecer la seguridad y la vigilancia en las comunidades para prevenir futuros crímenes y brindar protección a todos los ciudadanos.