La ONG Ayuda en Acción presentó en Madrid el primer informe de su Índice de Transiciones en Desventaja (ITeD), un estudio que destapa los obstáculos que enfrentan los jóvenes latinoamericanos y españoles al tratar de ingresar al mercado laboral. Los datos revelan que un alarmante 42% de la juventud en ambas regiones se enfrenta a dificultades tanto educativas como laborales para incorporarse en el mundo del trabajo. Además, un impactante 50% de las jóvenes no habían logrado acceder al empleo en gran parte de Latinoamérica a principios de 2020.
I. Escasa Estabilidad Laboral El informe, elaborado por el Programa de Investigaciones de Juventud de la FLACSO Argentina y el Grupo de Investigación sobre Educación y Trabajo (GRET) de la Universidad Autónoma de Barcelona, revela una realidad preocupante: solo el 23% de los jóvenes logra conseguir un trabajo estable y satisfactorio. Las difíciles transiciones al empleo que enfrentan los jóvenes se ven agravadas por las desigualdades educativas, laborales y de género.
II. Desigualdades en América Latina El ITeD pone de manifiesto la incidencia de estas desigualdades en América Latina, donde aproximadamente 60 millones de jóvenes, es decir, el 42% del total de personas de 15 a 29 años, aún no han comenzado su entrada al mundo laboral. Esta situación plantea un desafío considerable en una región donde la juventud representa una parte sustancial de la población.
III. Brecha de Género La brecha de género en el acceso al empleo es un problema evidente, ya que más del 50% de las jóvenes mujeres no habían tenido la oportunidad de ingresar al mercado laboral en gran parte de la región a principios de la presente década. Esta disparidad de género crea obstáculos significativos en el camino de las mujeres jóvenes hacia la independencia económica y profesional.
El informe ITeD arroja luz sobre una situación crítica que afecta a la juventud en Latinoamérica y España. Las dificultades para encontrar empleo estable y satisfactorio son evidentes, y estas dificultades se ven exacerbadas por desigualdades educativas y de género. Para abordar este problema, es crucial que los gobiernos y las organizaciones se comprometan a implementar políticas que fomenten la igualdad de oportunidades laborales para los jóvenes y reduzcan las barreras existentes. Esto incluye iniciativas para mejorar la educación y la capacitación, así como esfuerzos para empoderar a las jóvenes y cerrar la brecha de género en el ámbito laboral. Solo a través de un enfoque integral se podrán superar los obstáculos actuales y brindar a la juventud las oportunidades que merecen.
