Las protestas de los residentes de Maracay por el deficiente servicio de recolección de basura han aumentado notablemente en los últimos días. La acumulación de desechos se ha convertido en una problemática generalizada, extendiendo su influencia por toda la ciudad, sin discriminar zonas, socavando la calidad del entorno.
Caos en las calles del sur
Al explorar el sur de Maracay, desde Campo Alegre hasta La Esmeralda, se evidencia la alarma que despierta la montaña de desperdicios en esquinas y áreas públicas. La gestión municipal parece ausente, dejando a las comunidades abandonadas ante la proliferación de vertederos improvisados. Frente a lugares como la urbanización Madre María, incluso cerca de centros comerciales, la basura se convierte en una amenaza para la higiene, afectando la salud pública y el comercio local.
Voces preocupadas
Los testimonios de los habitantes reflejan la urgencia de la situación. René Cardoza, entre otros, señala el riesgo inminente que supone este escenario para la salud de los residentes. La carencia de contenedores y la falta de políticas efectivas para manejar la recolección de basura han exacerbado el problema. La ausencia de unidades para recolectar, además de la carencia de un calendario claro de recolección, ha llevado a la población a desesperadas medidas, como dejar los desechos en la vía pública.
Alarma creciente
La ineficacia de las políticas para abordar esta crisis es evidente para personas como Carlos García. La ausencia de una estrategia clara para la recolección de desechos ha llevado al caos, provocando contaminación y serios riesgos para la salud pública. El retiro de contenedores sin alternativas viables ha intensificado el problema, con consecuencias que van desde la proliferación de gusanos hasta la presencia de indigentes y animales merodeando los desechos.
Julio Martí: entre el descuido y la esperanza
La realidad del vecindario ha cambiado drásticamente debido a la falta de recolección, incumpliendo el calendario establecido. Esta crisis ha obligado a los residentes, como Omaira Palma, a recurrir a estacionamientos como último recurso para depositar la basura. Las peticiones y solicitudes a las autoridades han caído en oídos sordos, sin respuesta efectiva ni acciones concretas.
La crisis de basura en el sur de Maracay exige medidas inmediatas y eficaces. Es imperativo que las autoridades municipales establezcan políticas claras y viables para la recolección y gestión de desechos. Se requiere la reinstalación de contenedores, así como la implementación de un cronograma de recolección accesible y respetado. Además, es esencial involucrar a la comunidad en estrategias de concientización sobre el manejo de desechos para lograr un ambiente más saludable y sostenible.
