El viernes 24 de noviembre, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel) tomó la decisión de sacar del aire a la emisora Class 98.7 FM en Cojedes, una estación que había estado transmitiendo de manera ininterrumpida durante 30 años. La medida, ejecutada mediante la resolución N° GST-RS-00780 del 10 de noviembre, ha generado conmoción al cerrar una valiosa ventana informativa y de entretenimiento para la comunidad, además de ser una fuente de empleo para profesionales de los medios.
Cierre Inesperado:
La sorpresiva decisión de Conatel de clausurar la emisora Class 98.7 FM en Cojedes ha dejado a la comunidad consternada. Con 30 años de servicio continuo, la estación no solo representaba una fuente confiable de información y entretenimiento para los cojedeños, sino también un importante generador de empleo para periodistas, locutores y productores.
Orden de Extinción:
La resolución N° GST-RS-00780, fechada el 10 de noviembre, llevó a cabo la orden de cierre de la emisora, declarando la extinción de la concesión. Esta medida, comunicada por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), ha despertado inquietud y protestas en la comunidad, que ve cómo una pieza fundamental de su tejido informativo desaparece de repente.
Impacto en la Comunidad:
La emisora Class 98.7 FM no solo ofrecía música y programas de entretenimiento, sino que también desempeñaba un papel esencial como fuente de noticias e información local para los habitantes de Cojedes. La súbita interrupción de esta fuente de comunicación ha dejado a la audiencia sin acceso a una plataforma que durante décadas ha sido parte integral de sus vidas.
El cierre abrupto de la emisora Class 98.7 FM en Cojedes subraya la fragilidad de la libertad de expresión y el papel vital de los medios locales en la democracia. Es imperativo que las autoridades reconsideren estas decisiones y valoren la importancia de mantener una diversidad de voces en el espacio mediático. La comunidad merece el acceso continuo a información y entretenimiento local, y preservar estas plataformas es esencial para el bienestar cultural y social de la región.