El municipio Mario Briceño Iragorry, en especial la zona de Caña de Azúcar, enfrenta una situación crítica con problemas de basura, vialidad inadecuada y un abastecimiento irregular de agua, generando una inquietante realidad para sus residentes.
Basura sin Recolectar y Calles Sin Mantenimiento
Las calles de Caña de Azúcar están repletas de basura, con bolsas que los vecinos han colocado en espera de recolección, que nunca llega. Además, la vialidad está en mal estado, esperando un plan de asfaltado que sigue sin iniciar, siendo la época de lluvias un agravante para esta situación.
Escasez de Agua y Riesgos para la Salud
El suministro de agua es insuficiente, con cortes regulares que obligan a los habitantes a almacenar agua para enfrentar periodos de sequía. La llegada de las lluvias incrementa los riesgos para la salud, especialmente para adultos mayores y niños, al desencadenar problemas de moscas y enfermedades asociadas a la acumulación de basura.
Vialidad Agravada y Promesas Incumplidas
Las dificultades viales en el sector persisten durante más de seis meses, con la interrupción de trabajos en una canal que se convirtió en un peligro para los conductores. Las promesas de recolección de desechos han quedado en el olvido, llevando a los vecinos a trasladar la basura a zonas donde presumen mayor probabilidad de ser recogida.
Servicio de Agua Deficiente y Promesas sin Cumplir
El suministro de agua es errático, limitado a un día a la semana y retirado al siguiente, creando una situación crítica en la administración del vital líquido. Los habitantes esperan la habilitación del sistema de pozo, sin avances concretos que resuelvan esta carencia vital.
Falta de Compromiso de las Autoridades
Los residentes señalan la ausencia de acciones por parte de las autoridades municipales para abordar estos problemas. La comunidad se siente abandonada y desatendida, observando cómo la basura se acumula y los problemas persisten sin solución.
Es evidente que la comunidad de Caña de Azúcar enfrenta desafíos serios y urgentes. Es necesario un compromiso real y activo por parte de las autoridades locales para abordar estos problemas, implementando soluciones concretas y eficaces que mejoren la calidad de vida de los residentes.