En los rincones de Aquiles Nazoa, Sergio Medina, Campo Alegre y otras localidades del sur del municipio Girardot, estado Aragua, una perturbadora realidad persiste: un vertedero improvisado, testigo de la ausencia del aseo y la indiferencia humana. Vecinos expresan su malestar ante la acumulación de desechos en las orillas del canal de Sudamtex, señalando tanto el declive en la recolección de basura como la inconsciencia que impera en la zona.
1. Diario Desafío: La Basura Como Rutina
Lanzar desechos en el vertedero improvisado cerca del canal Sudamtex se ha vuelto rutina diaria para los residentes de estas comunidades. La ausencia del camión del aseo ha convertido este acto en una respuesta desesperada, desencadenando una acumulación insostenible de basura que amenaza la salud pública.
2. Denuncias Ignoradas: Un Problema Persistentemente Ignorado
Hilda Durán, residente en Maracay, denuncia que la acumulación de desechos se atribuye directamente al declive del servicio de aseo. Años de denuncias han caído en oídos sordos, mientras la canal que conecta sectores enteros ha sido convertida en un depósito improvisado, desatendido por las autoridades competentes.
3. Decadencia y Olvido: Descuido Gubernamental en la Lucha Contra la Basura
Bruno Serrano, dirigente vecinal, señala que durante la gestión actual, el descuido gubernamental ha permitido que la zona en cuestión se degrade. Propuestas para transformar la orilla del canal en una caminería han quedado en el olvido, mientras la basura se acumula, desafiando la calidad de vida de los residentes.
4. Propuestas sin Concreción: Entre Deseos y Desperdicios
A pesar de iniciativas para transformar la orilla del canal en una caminería, las propuestas han quedado en el papel, y la basura persiste. En la urbanización Madre María, habitada por más de 6,000 personas, la falta de un camión recolector regular ha llevado a que los desechos se depositen fuera de los hogares, agravando la situación.
5. Culpa y Responsabilidad: La Perspectiva Legal del Desorden
El abogado Luis Díaz opina que la inconsciencia de quienes depositan sus desechos en el vertedero improvisado es la verdadera causa del problema. Aunque los camiones de la alcaldía y la gobernación realizan su labor, la falta de conciencia perpetúa la presencia de basura en el lugar, desafiando los esfuerzos por mantener la zona limpia.
La situación del vertedero improvisado no solo refleja la ausencia del aseo, sino también la incapacidad de la comunidad para enfrentar conscientemente el problema. Aunque los llamados a la acción se multiplican, la inercia y la falta de conciencia parecen obstáculos insuperables. En última instancia, la esperanza reside en una reflexión profunda sobre la responsabilidad compartida para superar este desafío ambiental que afecta la calidad de vida de todos.